Renfe
Renfe trabaja en una tarifa plana para el AVE
La operadora cree que, como ocurre en sectores como la telefonía, aumentaría el uso del tren
La operadora cree que, como ocurre en sectores como la telefonía, aumentaría el uso del tren.
Cualquier compañía que lo desee podrá operar los corredores del ferrocarril de alta velocidad español (AVE) que elija en 2020. La liberalización del sector será total y la llegada de competidores obligará a la operadora estatal, Renfe, a reinventarse para sobrevivir. En previsión de este escenario, la compañía trabaja en fórmulas para ser más atractiva para atraer usuarios. Una de ellas es la implantación de una tarifa plana, según desvelan fuentes de la compañía. En países como Alemania, previo pago de 4.000 euros anuales, se pueden utilizar los servicios ferroviarios las veces que se quiera. Esa es la idea en la que trabaja Renfe, aunque parece que enfocada a los corredores de alta velocidad.
La razón que ha llevado a la operadora a trabajar en este proyecto es la constatación de que en otros negocios en los que hay tarifas planas, el número de usuarios se ha incrementado. «Es lo que, por ejemplo, ocurre con la telefonía», dicen las fuentes.
Renfe ya dispone de un servicio de tarifa plana, aunque sólo está disponible para turistas que acrediten su residencia fuera de España. Se trata del Renfe Spain Pass, que permite al visitante escoger pases de 4, 6, 8 o 10 viajes a utilizar en un mes.
Aunque se trate de un proyecto a medio-largo plazo, la operadora va a dar los primeros pasos del mismo a través del nuevo servicio EVA para, si todo va según sus planes, ofrecer después la tarifa plana en todos los servicios de alta velocidad. El «smart train» de Renfe, que la compañía define como un «low cost» por su precio pero que ofrecerá «algo más», ofertará a partir del año próximo viajes entre Madrid y Barcelona a un precio medio entre un 20% y un 25% inferior al del AVE. Así, si un billete de la línea de alta velocidad cuesta 85 euros por trayecto, en el EVA costará unos 65 euros. El objetivo de Renfe es que el precio de estos billetes sea «predecible» y que, en un futuro, desemboque en una tarifa plana que después se extienda a toda la red del AVE, según explican fuentes de la operadora.
Para conseguir hacer rentable el EVA con precios un 25% más bajos que los del AVE, Renfe reconoce que necesita aumentar de forma importante la productividad de sus trenes de alta velocidad. En la actualidad, recorren entre 380.000-400.000 kilómetros al año, frente a los 700.000 kilómetros de los franceses. «A esto es a lo que tenemos que ir», explican desde la compañía. Llegar a ese objetivo supondrá un importante desafío para servicios como el de la conducción, el mantenimiento o la limpieza, que tendrán que ser más eficientes, añaden.
La rentabilidad también llegará del ahorro de costes que aseguran las nuevas tecnologías, como el sistema de identificación biométrica de viajeros que se va a implantar, añaden.
Para cuadrar los números, Renfe calcula que, como en otros servicios ferroviarios, la tasa de aprovechamiento de los trenes del EVA tendrá que rondar el 70%, aproximadamente. Por paradójico que parezca, superar ese porcentaje perjudicaría al servicio porque expulsaría pasajeros, que ante las dificultades reiteradas para encontrar billetes, optarían por buscar medios de transporte alternativos.
En Renfe no creen que los precios del EVA vayan a perjudicar al AVE convencional. Su previsión es que el millón de pasajeros que esperan captar provenga en su mayoría de los que usan el coche compartido y de aquellos a los que ahora dejan en tierra con el AVE.
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