Fiscalidad

Los ricos apuran el pago del nuevo impuesto: a falta de un mes sólo recauda 14 millones de los 1.500 previstos

Los ingresos del "tributo de solidaridad" apenas llegarán en cualquier caso al 20% de los cálculos de Hacienda por culpa de un error de Montero en la redacción de la norma

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el pleno del Senado
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante el pleno del SenadoKiko HuescaAgencia EFE

Las prisas del Gobierno por sacar adelante el impuesto de solidaridad de las grandes fortunas ha regado de errores e inexactitudes la redacción del Modelo 718 de declaración del impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas -que así es su denominación oficial-. El más grave de ellos y que ha desvirtuado el espíritu con el que el Gobierno PSOE-Podemos aprobó este tributo va a impedir a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, alcanzar los 3.000 millones previstos a ingresar, 1.500 cada uno de los dos próximos ejercicios.

Los datos oficiales recopilados por el último informe de ejecución presupuestaria publicado por el Ministerio de Hacienda -correspondiente al mes de julio- muestran una exigua recaudación de 14 millones de euros por el impuesto de solidaridad, a años luz de sus previsiones. Hacienda lo justifica calificando esta cifra de "residual", ya que el ingreso principal de este nuevo tributo ha tenido como fecha límite para abonarse hasta el 31 de julio, por lo que la recaudación real no se verá hasta el informe que corresponda al mes de agosto. Pese a esta excusa, fuentes tributarias reconocen que la recaudación final "ni se acercará a la prevista". Según sus cálculos, el importe final se quedará en el entorno de los 300 millones este año, apenas un 20% de sus previsiones iniciales.

La razón de este enorme desfase no tiene que ver con la pérdida de patrimonio de las grandes fortunas sino por un error de redacción de la normativa, que ha permitido los contribuyentes que residan en las comunidades que tienen aprobadas del Impuesto de Patrimonio -las principales, Madrid y Andalucía, que lo tienen al 100%, y Galicia, al 50%- pueden tener en cuenta la cuota que deberían pagar, aunque no la abonen, para hacer el cálculo del escudo fiscal y poder minorarse hasta un 80% el pago de la tasa a los ricos.

El nuevo impuesto, según está concebido, no ha tenido en cuenta el escudo fiscal que protege que la suma del IRPF, del Impuesto de Patrimonio y de la tasa a los ricos nunca puede superar el 60% de la renta del contribuyente. Si lo hace, éste se puede reducir hasta en un 80% la cuantía a abonar por Grandes Fortunas. El fallo tributario está en que los que residan en comunidades como el cien por cien bonificado, se lo contarán igual para hacer el cálculo aunque no lo paguen, por tanto podrán minorar en hasta un 80% esta tasa a los ricos.

Hacienda ya reconoció el error este verano y que la recaudación sería muy inferior a la prevista por los problemas con la redacción de la norma. Por eso intentó a través de un subterfugio legal corregir por la puerta de atrás la norma antes de la fecha límite de abono del tributo, lo que le valió la reprimenda del Consejo de Estado, que advirtió de sus dudas sobre la legalidad de este intento. En su dictamen a la Orden Ministerial con el Modelo 718 de declaración del impuesto publicada el 12 de junio en el BOE, el Consejo acusó directamente a Hacienda de "contravenir, de modo palmario y por un cauce totalmente improcedente" la ley, lo que "tendría graves consecuencias para la seguridad jurídica", ya que "no cabe alterar por vía reglamentaria las normas fijadas en sede legal para el cálculo de la cuota íntegra del impuesto".

En su dictamen acusó al Ministerio de realizar un cambio a escondidas para corregir su error, con un añadido que no figuraba en el borrador publicado en audiencia pública y que modifica en un reglamento la Ley que crea el impuesto, algo que contraviene la legalidad. Por ello, aunque su dictamen no era vinculante, el Ministerio que dirige Montero ha optado por dar marcha atrás, no plantear la modificación de la ley y asumir que su objetivo de recaudar 3.000 millones en dos ejercicios sea ya una quimera.

Otros errores jalonan la breve historia de este tributo, pero uno de ellos no ha producido a favor de los contribuyentes, sino en beneficio del propio Fisco. Se trata de un error en el modelo 718, que impide a los contribuyentes poder restarse el patrimonio que está estipulado a tipo cero. El problema surge al registrar en la casilla 127 la base liquidable del impuesto. El modelo de la Agencia Tributaria no resta los primeros tres millones de euros a tipo cero al generar de forma automática la cuota íntegra de la casilla 126, que es superior a lo que corresponde y, por tanto, el resultado final tiene una mayor cuota muy superior a ingresar. Con el agravante de que el modelo electrónico, que es el único con el que se permite hacer esta declaración, no permite corregir o cambiar dicha cantidad.

El impuesto de solidaridad, que entró en vigor el pasado 29 de diciembre, grava la riqueza a partir de los tres millones de euros, con los primeros 700.000 euros exentos y otros 300.000 euros por la vivienda habitual, con un tipo aplicable del 1,5% entre los 3 millones de euros y los 5,3 millones; del 2,1% entre los 5,3 millones y los 10,6 millones; y del 3,5% si supera los 10,6 millones.