Empleo
Sólo la mitad de los españoles estará en disposición de trabajar en 2050
El fondo avisa de que, o se actúa ya, o el envejecimiento de la población mermará la fuerza laboral
El fondo avisa de que, o se actúa ya, o el envejecimiento de la población mermará la fuerza laboral.
Que España envejece es algo evidente. Que afectará a la economía nadie lo duda. Pero ahora el Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de publicar un informe en el que proyecta la tendencia de crecimiento o decrecimiento hasta 2050 de la fuerza laboral –tasa de actividad– en los países desarrollados. Lo hace tras combinar las tasas de edad y género con las proyecciones demográficas de la ONU. Las perspectivas son negras en Europa, y, especialmente, en España.
Para el FMI, «el aumento en la longevidad es uno de los más notables éxitos en la historia humana. Sin embargo, podría tener serias consecuencias macroeconómicas cuando se combina con la disminución del crecimiento demográfico». Entre otras cosas, porque los trabajadores de más edad tienen una participación en el mercado de trabajo más baja, con lo que al aumentar este segmento de la población peligra tanto «el crecimiento potencial como la sostenibilidad de los sistemas de protección social».
Llamada de atención
La simulación del FMI sugiere que, en ausencia de políticas suficientes, la tasa de actividad se reducirá en 5 puntos y medio porcentuales durante los próximos 30 años. La disminución de la participación «alcanzará tasas que rondan el 50% para Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España», casi 8 puntos menos que en 2017 para nuestro país. Es una llamada de atención que debiera activar las alarmas, por cuanto se trata de una tendencia que amenaza casi existencialmente el tejido productivo, que en España vería cómo disminuye de forma brutal la cantidad de personas en edad de trabajar.
A la hora de plantear remedios para atajar la situación, el FMI aboga por la urgente necesidad de mantener y duplicar los esfuerzos para la plena incorporación de la mujer en el mercado laboral o añadir mano de obra inmigrante en números muy superiores a los actuales.
Incorporación de la mujer
De momento, y a pesar de que el envejecimiento de la población es un fenómeno evidente, las economías avanzadas habrían sido capaces de «contrarrestar su presión a la baja sobre la participación en la fuerza de trabajo». Gracias, en buena medida, a la citada incorporación de la mujer al mercado laboral, pero esto podría no ser suficiente si se mantiene la actual tendencia.
Aunque con cautela, el informe es en cualquier caso optimista siempre que se estimulen medidas activas para contrarrestar el envejecimiento, especialmente aquellas que aseguren que los que están dispuestos a trabajar puedan hacerlo. ¿Cómo? «Reformando el sistema de beneficios fiscales, por ejemplo, junto con políticas que mejoren el proceso de búsqueda de empleo y que puedan alentar a las personas para seguir trabajando o encontrar trabajo». Por último, el informe habla de la evidencia acumulada en favor de «las políticas que defienden la autonomía de las familias, a fin de ayudar a las personas a combinar sus empleos con las demandas de la paternidad». Entre otras, la subida en los gastos destinados tanto a mejorar y racionalizar el sistema educativo como aquellos dispuestos para conciliar la vida laboral y familiar, por ejemplo estimulando la implementación de fórmulas de trabajo flexibles y facilitando los permisos parentales. Respecto a los trabajadores de más edad, el FMI apuesta por reducir los incentivos para jubilarse anticipadamente, llegando al caso de elevar la edad de jubilación y asegurándose por otro lado de que «los sistemas de pensiones sean más justos».
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