Superávit de la balanza de pagos 16 años después

Logra un saldo positivo hasta junio de 1.357,7 millones de euros gracias al turismo y al sector exterior

En los seis primeros meses del año, la balanza por cuenta corriente española acumuló un superávit de 1.357,7 millones de euros, frente al déficit de 16.978 millones que acumuló en el mismo periodo del año anterior. Hasta ayer, había que bucear en la estadística del Banco de España y remontarse al año 1997 para encontrar un dato semestral positivo de la balanza de pagos. Salvo superávits puntuales como los registrados en marzo y mayo, el indicador que mide las transacciones de bienes, servicios, rentas y transferencias de España con el exterior había registrado signo negativo. Sin embargo, el turismo y la pujanza del sector exportador español han dado la vuelta a esta tendencia. Como explicó el propio supervisor bancario, esta evolución refleja la «notable correción del déficit comercial, seguida por la mejora de los saldos de rentas y de los servicios».

Exportaciones

La pujanza del sector exterior permitió recortar el déficit de la balanza comercial de 15.649,1 millones a 2.711,1, un 82,68% menos, en un contexto, como explica el Banco de España, de aumento de las exportaciones (9,4%) y retroceso de las importaciones (-1,7%). La reducción del déficit se explica sobre todo por la apreciable ampliación del superávit no energético y, en menor medida, por la disminución del déficit energético.

Aunque el turismo sigue siendo sin duda la gallina de los huevos de oro de la economía española. La balanza de servicios acumuló un superávit de 17.063,9 millones hasta junio –frente a los 15.649,1 que registró en el mismo periodo de 2012–, de los que 13.875,6 millones correspondieron al turismo y las viajes, 627,7 millones más que el año anterior.

El saldo positivo de la balanza por cuenta corriente también es achacable a la caída del déficit de rentas, que disminuyó el 36,83 % hasta los 6.940 millones de euros en los seis primeros meses del año. No obstante, el Banco de España detalla que el déficit de la balanza de transferencias corrientes –en las que se engloban las rentas que envían los inmigrantes a sus países de origen– se incrementó el 9,52% y sumó 6.055 millones.

En cuanto a la cuenta de capital, que recoge las transferencias de capital procedentes de la Unión Europea, generó un superávit en los seis primeros meses del año de 3.892 millones de euros, frente a los 2.393,4 millones de un año antes.

Gracias a este cambio de tendencia, que está en línea con la previsión del Gobierno de cerrar con un superávit equivalente al 2% del PIB, la economía española ha tenido capacidad de financiación por valor de 5.249,8 millones de euros en el primer semestre del año por primera vez desde 1997. En 2012, la necesidad de financiación alcanzó los 14.584,6 millones.

Al buen dato de la balanza de pagos se sumó el de la inversión extranjera. En junio, salieron de España 541, 3 millones de euros, una cantidad más de 100 veces inferior a la que se registró hace un año, cuando la fuga de capitales alcanzó los 56.631,5 millones. Las circunstancias de junio de 2012 y las de este año fueron muy diferentes. Mientras que este año imperó la calma en los mercados, hace doce meses las posibilidades de que España tuviera que solicitar un rescate a la UE eran muy elevadas, lo que disparó el temor de los inversores, que se apresusaron a llevarse el dinero.