Varufakis pide el apoyo de España contra la asfixia financiera griega

El ministro de Finanzas heleno destaca la «armonía» con De Guindos tras reunirse con él ayer en Madrid, pero descarta un acuerdo para el lunes

España y Grecia están más vinculadas que lo que pudiera parecer. Y no tanto por los tradicionales vínculos monárquicos, sino porque Atenas es el principal deudor externo español. De hecho, la deuda de Grecia con España sobrepasa los 6.659 millones de euros correspondientes a la aportación española a la primera fase del rescate griego, realizada entre 2010 y 2011. Esto representa el 43,82% de los derechos acreedores de España con sus países deudores. Lógico que ambas partes estén condenadas a entenderse pese a los rifirrafes originados por los exabruptos del primer ministro griego, Alexis Tsipras, contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a cuenta de la exigencia española para que el Gobierno ultraizquierdista de Syriza cumpla sus compromisos con sus acreedores.

En ese marco, y dentro de su gira europea para recabar no ya apoyos, sino cierta comprensión a la situación helena, el ministro de Economía griego, Yanis Varufakis, se reunió ayer en Madrid con su homólogo español, Luis de Guindos, con la vista puesta en la reunión que mantendrá el Eurogrupo el próximo lunes en Bruselas con un único asunto en el orden del día: Grecia y las reformas que exige la troika para mantener abierto el grifo del crédito, 7.200 millones euros del último tramo del rescate, bloqueados hasta que Atenas concrete su propuesta.

Al término del encuentro, Varufakis reconoció que, aunque no hay perspectivas de acuerdo «a la vista» para el lunes, se darán pasos en la dirección correcta tras constatar el apoyo de España a Grecia en el proceso de recuperación de liquidez que necesita Atenas para poder empezar a crecer. En este sentido, el titular de Finanzas heleno aseguró que, tras varios desencuentros públicos, ambos países han acercado posturas en «perfecta armonía» y que España es receptiva a la crisis de efectivo que padece el Gobierno de Tsipras y a la situación económica griega. «España y Grecia claramente tienen intereses en común», manifestó Varufakis, quien resaltó que De Guindos y él «hablamos un lenguaje común, igual que hice en Roma, París o en Bruselas».

De entre esos intereses en común, Varufakis destacó especialmente el desbloqueo del último tramo de ayuda internacional. «El interés común más acuciante es la resolución de la actual crisis de liquidez», subrayó. «Hemos hablado del marco general para el periodo postjunio, que permitirá a Grecia entrar de nuevo en un periodo de crecimiento en interés de España y el resto de Europa», declaró Varufakis en una breve declaración tras la que no admitió preguntas.

Aunque el «número dos» del Ejecutivo griego ha perdido parte del respaldo de su propio Gobierno en las negociaciones que mantiene Grecia con sus acreedores del Grupo de Bruselas –la antigua troika que componen la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional– por la intransigencia y la vehemencia mostradas por el propio Varufakis ante sus socios europeos, lo cierto es que el ministro ha sido enviado para realizar una gira exprés por Roma, París, Bruselas y Madrid.

Grecia reprocha que sus prestamistas se centran demasiado en las condiciones establecidas para la próxima inyección de liquidez en lugar de pensar cómo reflotar el crecimiento y el empleo en Grecia, sin los cuales será imposible la devolución de la deuda.

La asfixia griega es evidente en todos los órdenes. Ayer mismo se conocieron los datos de inflación del pasado mes de abril, que han marcado una nueva caída de los precios del 2,1% por segundo mes consecutivo, con lo que la economía helena acumula 26 meses en deflación, según los datos publicados por la oficina estadística helena. Atenas vincula esta situación con las exigencias de los acreedores y se resiste a realizar más sacrificios en el terreno social que deriven en recortes en las prestaciones y alejen a Syriza de los compromisos electorales que le auparon al Gobierno.

Sin embargo, las espadas se mantienen en alto y la presión de las instituciones europeas y del FMI están forzando a Tsipras a ofrecer algunos sacrificios que no entraban en sus planes.

De hecho, al Gobierno griego ya sólo le quedan dos «líneas rojas» por traspasar: el recorte de las pensiones y la liberalización del despido colectivo. En las declaraciones realizadas por los miembros del Ejecutivo esta última semana, Atenas ha dejado de nombrar la subida del IVA entre los puntos en los que se niegan a ceder, cuando hace dos semanas era una «concesión innegociable». El mismo primer ministro rehusó ayer referirse al incremento de impuestos durante la sesión parlamentaria.

«Le invito a unirse a las líneas rojas que defienden el sistema de pensiones que fueron destrozadas por los recortes [...] y al derecho de los trabajadores para negociar acuerdos salariales colectivos», respondió Tsipras a una de las preguntas de los diputados en la conocida como «la hora del presidente».

Los últimos detalles filtrados a la prensa local sobre la lista de medidas indican que la reforma tributaria podría incluir la implementación de un tipo único de IVA del 18%, con posibles excepciones en bienes de primera necesidad. El tipo general de este impuesto se sitúa ahora en el 23%, mientras que el IVA reducido es del 13%. La alternativa para el Ejecutivo heleno sería suprimir el IVA reducido para las islas, una propuesta que ha generado duras críticas en el sector turístico.

Tensiones en el Ejecutivo

El Gobierno griego ha realizado «enormes concesiones» para lograr un «acuerdo honorable y de beneficio mutuo» con los acreedores, como señaló el número dos del ministerio de Exteriores, Euclid Tsakalotos, quien desplazó al ministro de Finanzas en los recientes cambios efectuados por Tsipras en el equipo que negocia con la antigua troika.

No obstante, Tsakalotos reconoció que el retraso en el acuerdo se debió a la falta de ideas del Gobierno izquierdista. «Aquellos que consideran que el Ejecutivo [griego] fue lento y no ofreció propuestas concretas, pueden tener razón», admitió ayer en una conferencia. Aunque añadió que «es lógico que un partido recién llegado al poder por primer vez sufra una falta de soporte tecnocrático», la afirmación fue interpretada por la prensa griega como una crítica indirecta a su colega Varufakis.

El ministro entrega un documento con reformas «light» para salir de la crisis

Varufakis aprovechó el encuentro el ministro de Economía, Luis de Guindos, para entregarle un documento sobre la recuperación de Grecia, las reformas a aplicar y las previsiones de crecimiento del país. Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a Efe que se trata de un informe en el que se menciona una serie de propuestas para sacar al país heleno de la crisis. Se trata de un documento titulado «La recuperación de Grecia: Un punto de partida» que consta de 36 páginas y que el ministro de Finanzas ha presentado también a sus homólogos de París y Roma, así como a altos cargos de Bruselas dentro de la gira emprendida esta semana por Varufakis. Los planes económicos que recoge el informe difieren, según las fuentes consultadas, de lo que actualmente se negocia en Bruselas entre el Gobierno de Atenas y sus acreedores internacionales.

Gira meteórica en busca de apoyos

PARÍS, 5/4/2015

La primera escala de la gira de Varufakis fue en París, donde se reunió con su homólogo francés, Michel Sapin. Desde el primer momento, el Gobierno socialista francés se mostró comprensivo con las demandas de Syriza.

BRUSELAS 5/4/2015

Aunque Varufakis está excluido del grupo de negociación con la troika, aún lo dirige formalmente. Por eso, se reunió con el comisario europeo de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici.

ROMA 6/4/2015

Italia ha sido el otro gran valedor de Tsipras por oposición a las tesis germanas. Allí se reunió con su homólogo Pier Carlo Padoan y se mostró optimista sobre las negociaciones.