Política
La Sanidad española no se merece esto
El Gobierno confirma y niega el regalo de los MIR a Cataluña en un episodio grotesco
A estas alturas desconocemos las intenciones del Gobierno sobre el futuro de la Formación Sanitaria Especializada (FSE), que afecta al sistema de Médicos Internos Residentes (MIR). Lo ignoramos porque este Ejecutivo es la antítesis de la seriedad y la transparencia pues sus pasos están siempre presididos por la opacidad y la desinformación. La suerte de ese pilar que sostiene buena parte del Sistema Nacional de Salud depende de si atendemos a la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que anunció un acuerdo alcanzado con el Gobierno de Cataluña para crear un grupo de trabajo «que estudie la viabilidad» del traspaso de la materia, o a la titular de Sanidad, Carolina Darias, que manifestó 48 horas después que no habría transferencia y que la Formación Sanitaria Especializada continuaría sin novedad. Para enredar un poco más, la Generalidad confirmó la primera versión del gabinete. Apenas estamos en condiciones de pronosticar e incluso intuir cuáles son los objetivos de este caos provocado por Moncloa en un frente tan sensible como es el de la salud, de si de nuevo Sánchez ha abierto una polémica estéril para desviar la atención y desorientar a la oposición o de si, como en tantas otras veces, el fin es debilitar al Estado en Cataluña y ceder ante los independentistas. Todas esas lecturas están sobre la mesa, incluida la de que se haya pasado de frenada y se repliegue dado que el bochorno por este carajal no es algo que lo perturbe. Nadie con un mínimo de sensatez y responsabilidad puede defender que se despedace el MIR, que simboliza la excelencia, la meritocracia y la equidad de los profesionales con normas claras e iguales para todos sin mangoneos ni cacicadas de poderes locales que a día de hoy están al margen. El colectivo tiene otras y serias carencias y reivindicaciones, que no han sido atendidas. ¿A quién beneficia o lesiona destruir una referencia de éxito de la sanidad española? Está claro, a los políticos independentistas, en su aspiración de que España desaparezca de Cataluña sin medir las consecuencias ni los perjuicios, que en este caso serían para los ciudadanos, el personal sanitario y la propia comunidad declinante. La oposición y la profesión médica han anunciado un rechazo frontal en medio del silencio de los sindicatos de la marea blanca siempre tan belicosos cuando se trata de una administración de la derecha. Atacar el MIR lo es también a un grupo que lo ha sacrificado todo en pandemia y que merece muchas más atenciones. Lamentablemente, todo es posible. El Gobierno no es de fiar.
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