Política

El sesgo intolerable de un organismo estatal

Sabemos que es predicar en el desierto, pero Tezanos desprestigia al CIS y debería ser destituido

La demoscopia no será una ciencia exacta, pero no deja de ser una ciencia que, a poco que se cumplan las instrucciones de uso, se convierte en una útil herramienta para pulsar la opinión pública en un momento concreto y, por lo tanto, en una buena auxiliar para quienes tienen encomendada la gestión política. De ahí que sea difícil entender cuál es la razón que lleva al presidente del Gobierno a mantener en el cargo a un presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), como José Félix Tezanos, que sistemáticamente le proporciona información falsa. Se nos dirá que Tezanos es útil a Pedro Sánchez en la medida que sus encuestas, electorales o no, influyan en la percepción de la realidad de los ciudadanos, modificándola a modo de profecía autocumplida, y, sin embargo, esa misma realidad, tozuda, se muestra incólume a las burdas manipulaciones del veterano militante socialista. Burdas, ciertamente, porque propiciar un sesgo determinado a la muestra estadística, como hace Tezanos, al desequilibrar el trabajo de campo en favor de quienes se declaran de izquierdas, tiene un recorrido muy corto. Así ha sucedido con la última encuesta sobre intención de voto del CIS, fácilmente desmontada por antiguos profesionales del organismo con solo ponderar la muestra. Y, albricias, los resultados que proporciona un trabajo hecho desde la ciencia estadística y, sobre todo, desde la honradez intelectual, coinciden, aunque con ligeras variaciones, con la generalidad de los sondeos que llevan a cabo en España los institutos de opinión pública privados. Así, donde Tezanos atribuye un 32,7 por ciento de intención de voto al PSOE, la revisión de los técnicos la reduce al 24,1 por ciento, curiosamente, el mismo porcentaje de nuestra encuesta de ayer, elaborada por «NC Report». Con respecto al Partido Popular, Tezanos rebaja las expectativas de Alberto Núñez Feijóo un punto y medio, que sumado a la sobreestimación del sufragio socialista obra el milagro de situar en cabeza a Pedro Sánchez. Tezanos opera igual con Unidas Podemos y Ciudadanos, al alza, y con Vox, a la baja, con lo que proporciona, como señalábamos antes, una radiografía de la opinión pública falsa y, por lo tanto, que puede llevar a error a los estrategas electorales de su propio partido. Con un problema añadido, que en las últimas siete contiendas electorales los resultados de las urnas, que son los que valen, demostraron que las muestras estadísticas de Tezanos siempre erraban al sobreestimar los apoyos de la izquierda, nunca al contrario. De aurora boreal son los errores del CIS en las dos últimas elecciones autonómicas andaluzas, las de 2018 y 2022, con una desviación en favor de las izquierdas del 14,7 por ciento y el 10,7 por ciento, respectivamente, sólo superadas por el 15,8 por ciento de error en los comicios madrileños. Sabemos que es predicar en el desierto, pero Tezanos desprestigia al CIS y debería ser destituido.

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