Editorial

Núñez Feijóo, frente al relato sanchista

Hay factores de codependencia entre Sánchez y Puigdemont, que están fuera de cualquier parámetro político normalizado en las democracias occidentales.

MOS (PONTEVEDRA), 04/02/2024.- El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a la secretaria general del PPdeG, Paula Prado (i), y la alcaldesa, Nidia Arévalo (c), este domingo en una comida popular en Mos (Pontevedra), donde ha asegurado que, pese a las críticas de los partidos de la oposición, continuará haciendo campaña en Galicia para que Alfonso Rueda siga al frente de la Xunta y ha advertido de que no le tiene que “pedir permiso a nadie para venir a mi tierra”. EFE/PP/David Mudarra ...
Núñez Feijóo en una comida popular en Mos (Pontevedra)David MudarraAgencia EFE

La entrevista con el presidente del Partido popular, Alberto Núñez Feijóo, que hoy publica LA RAZÓN, no sólo es un recorrido pausado por los principales debates que afectan a España, sino que retrata a un líder político con los pies firmemente anclados en tierra. O lo que es lo mismo, que habla desde la realidad de los hechos. Por supuesto, no es que le gusten, pero admite que hay factores de codependencia entre el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la formación que dirige el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que están fuera de cualquier parámetro político normalizado en las democracias occidentales y que pone a España en una situación de excepción institucional sin precedentes.

Con un problema añadido, que el presidente popular va desgranando a lo largo de la entrevista con la precisión del cirujano, cómo es que la población española está siendo sometida a una campaña de propaganda gubernamental de enormes proporciones, a la imposición de un relato, que disfraza de estrategia política lo que no es más que una compra de votos a cambio de la inmunidad de un individuo reclamado por la Justicia. Nos dice Feijóo, desde la reivindicación del liderazgo de un partido libre, que en el momento presente no hay soluciones mágicas para lo que se avecina, la ley de amnistía, y rechaza utopismos voluntaristas, como una moción de censura o un adelanto electoral, al menos, mientras uno de los dos, Sánchez y Puigdemont, se necesiten para cumplir los objetivos.

Pero ello no significa llamada alguna a la resignación, sino apelación a la ciudadanía a que muestre su rechazo al fenómeno sanchista en cualquier oportunidad que se presente. Y la primera, por supuesto, está en las inmediatas elecciones a la Xunta de Galicia, comicios que vienen teñidos de una trascendencia nacional, en los que el líder popular confía en que serán un aldabonazo para el conjunto de la opinión pública española. En este sentido, retrata a Núñez Feijóo, a su carácter como político de larga data, su disposición a asumir la responsabilidad de los resultados, si es que estos no son todo lo positivos que adelantan las encuestas.

Aun así, no conviene confundir la asunción paladina de la realidad política que hace el presidente popular, a la que ya nos hemos referido, con resignación. Feijóo está dispuesto a llevar la batalla a todos los ámbitos posibles, principalmente al seno de una Unión Europea que, como él mismo recalca, se basa en los principios de igualdad de los ciudadanos ante la ley y la separación de poderes. Pero, también, desde la plena conciencia de que la mayoría de nuestros socios comunitarios están advirtiendo las señales de alarma que llegan desde España con respecto al riesgo que acecha a la independencia judicial. Esa parte de los hechos que no figuran en el elaborado relato del sanchismo.