Editorial
El submarino: La crisis de los wasaps
La difusión de los mensajes intercambiados entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos deja de manifiesto algunas cuestiones más que llamativas. Por ejemplo, queda evidencia del juego interesado desarrollado...
La difusión de los mensajes intercambiados entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos deja de manifiesto algunas cuestiones más que llamativas. Por ejemplo, queda evidencia del juego interesado desarrollado en lo más alto del Ejecutivo en su momento. Y es que las conversaciones dejan bastante tocada esa versión de que Ábalos y Pablo Iglesias mantenían una excelente relación. Al menos públicamente, porque en privado las cosas eran de otra forma más sibilina. El diagnóstico de Sánchez sobre las deficiencias moradas, por cierto, lo podrían suscribir algunos excompañeros del propio Iglesias, que ya anda fabricando relato para que Podemos saque partido de la filtración.