Educación especial

Carta a Podemos de una madre con una hija con discapacidad intelectual

“Unidas podemos las dos madres de educación especial y ordinaria y ahora vienen Ustedes diciendo que no podemos”

Patricia Giral, con su hija
Patricia Giral, con su hijaLa RazónLa Razón

Patricia Giral es madre de una niña con discapacidad intelectual y escribe una carta a Podemos para hacer visible las necesidades de los alumnos con necesidades especiales ahora que se reforma la Ley de Educación.

Escribo estas líneas como mujer y como madre de una hija con discapacidad intelectual. Sí, soy de esas mujeres de las que tanto os gusta sacar pecho de su defensa. Soy una mujer que necesita ser escuchada, necesita apoyo para poder otorgar a otra mujer, niña en el presente y mujer en el futuro con discapacidad intelectual, un futuro.

Ese futuro que siempre dibujáis perfectamente y de color en todas las pancartas o consignas del partido, pero que si bajamos a plena calle, a la realidad, todas esas mujeres nos sentimos SOLAS. Nos sentimos como Quijotes luchando contra molinos de viento cada día.

NO, no soy yo sola, no soy solo una madre que intenta que su hija pueda desarrollarse en un colegio especial, dotarse de todas esas herramientas que la naturaleza le arrebató en su gestación, y que ahora con mucho esfuerzo y tesón debe aprender.

No, no soy yo sola, es también la madre que se levanta cada día para llevar a su hija a un colegio ordinario, donde solo encuentra puertas cerradas, donde cada día es una lágrima por luchar por los derechos de su hija. Porque su hija sí puede estar en un colegio ordinario, pero ustedes no le brindan la oportunidad de tener todas las herramientas para poder realizarlo.

Y se preguntarán por qué tenemos distintas visiones sobre la educación, no, no son distintas, es la misma, el luchar por un futuro de nuestras hijas.

Y sí, UNIDAS PODEMOS, las dos madres de especial y de ordinaria, sí podemos luchar unidas, ese sí es nuestro eslogan. Porque nosotras, sabemos que cada niña es diferente, y que lo adecuado para el bien del menor, es dar a cada una de ellas lo que necesita con ambientes adecuados a cada una de sus características.

Porque UNIDAS, PODEMOS compartir material y sesiones de tantas terapias para que nuestras hijas puedan tener una vida lo más autónoma posible y participar en la sociedad. Porque UNIDAS, PODEMOS sacar adelante a nuestras hijas con todas las dificultades que aparecen en el camino.

Y entonces vienen ustedes UNIDAS PODEMOS, diciendo que UNIDAS NO PODEMOS. SÍ SE PUEDE, si se puede hacer convivir dos modalidades educativas para quién más lo necesita.