El Euroblog

El hartazgo de los italianos

El hartazgo de los italianos
El hartazgo de los italianoslarazon

Algo se mueve en la política transalpina. El "berlusconismo"ya no parece tan invencible. La población, que parecía anestesiada por la verborrea y el exhibicionismo de "Il Cavaliere", empieza a movilizarse para pasar página de la Italia del "bunga bunga". Incluso la oposición de izquierdas, incapaz de rentabilizar estos años el descrédito del primer ministro, ha sido capaz de movilizar a los votantes para que acudan a votar en los referendos celebrados entre el domingo y el lunes.

El mensaje que el electorado ha querido transmitir a Berlusconi ha sido tan claro que el propio líder conservador ha tenido que reconocer que no se puede ignorar la voluntad del pueblo. Y es que, pese a los llamamientos del Ejecutivo para quedarse en casa, un 57% de los italianos censados acudió a votar para rechazar, por un 95%, la gestión privada del servicio de agua, la construcción de centrales nucleares y la inmunidad judicial de su presidente del Gobierno.

Sin duda alguna, la consulta sobre sus privilegios judiciales ha sido la mayor preocupación para "Il Cavaliere", que durante sus años de Gobierno ha tratado de frenar con leyes "ad persom"los casos que se iban abriendo en su contra. En esta ocasión, los italianos se opusieron a la Ley del Legítimo Impedimento, que ha permetido a Bersluconi excusarse de sus comparecencias ante los tribunales por impedírselo sus responsabilidades institucionales.

Tras casi nueve años en el poder, Berslusconi se ha convertido en el primer ministro más longevo de Italia desde los tiempos de Benito Mussolini. Pero aquí no terminan sus méritos. Como recuerda el semanario "The Economist"en su última portada, titulada "El hombre que fastidió a todo un país", a Italia le costará mucho superar la herencia que deje "Il Cavaliere".

Aunque su paro ronda el 8% (20% en España) y su déficit público acabará 2011 en el 4% de PIB (6% en Francia), la economía italiana sufre un proceso de deterioro y decadencia del que no se ha preocupado su sonriente primer ministro, critica el semanario británico. Lo cierto es que la deuda pública italiana alcanza el 120% y la baja productividad y los elevados salarios han reducido notablemente su competitividad. Con una clase política incapaz de poner en marcha las reformas que el país necesita, la economía italiana ha sido la que menos ha crecido en el mundo después de Haití y Zimbabue durante la primera década del siglo XXI.

¿Y ahora qué? Tras la debacle de las municipales en mayo y la pérdida ahora de cuatro plebiscitos, Berlusconi, de 74 años, no tiene entre sus planes dimitir. ¿Para qué? Perdería totalmente sus inmunidad judicial. En cambio, prefiere sobrevivir hasta las elecciones de 2013, siempre y cuando su socio parlamentario, la Liga Norte, se lo permita. Alguno de sus líderes se ha quejado de que "estamos hartos de llevarnos las bofetadas". Ya en 1994, Bossi fue el verdugo del primer y efímero Gobierno de "Il Cavaliere". ¿Volverá a repetirse la historia?