Opinión

Cómo evitar los riesgos del teletrabajo y alcanzar la máxima productividad laboral

Agustín Peralt Autor de "LIDÉRATE" y Creador del Método FASE

Agustín Peralt Autor de "LIDÉRATE" y Creador del Método FASE
Agustín Peralt Autor de "LIDÉRATE" y Creador del Método FASE Hill+Knowlton Strategies

En los últimos años, todos hemos sido testigos de una transformación fundamental en la forma en que llevamos a cabo nuestro trabajo. La pandemia global que nos obligó a confinarnos en nuestros hogares introdujo en nuestras vidas el concepto del teletrabajo de una manera sin precedentes. Lo que alguna vez fue una opción en algunos casos, se convirtió en la norma para la mayoría de nosotros. Esta transición nos llevó a explorar un terreno desconocido, con muchas incógnitas sobre su permanencia y las consecuencias asociadas. Ahora, tres años después, con el teletrabajo establecido como una práctica común en todas las compañías, es hora de reflexionar sobre lo que hemos aprendido y cómo podemos optimizar nuestra productividad en este nuevo entorno laboral.

Inicialmente, el teletrabajo fue aclamado como una solución brillante para obtener una mayor flexibilidad en nuestras vidas laborales. Nos permitió escapar del tedio del desplazamiento diario, brindándonos la oportunidad de trabajar desde la comodidad de nuestros hogares. Nos ilusionábamos con la perspectiva de eliminar la necesidad de trajes y corbatas, y abrazar una vida laboral más cómoda y flexible. Pero, en muchos casos, esta flexibilidad ha tenido un efecto paradójico al extender nuestras jornadas laborales.

La facilidad de acceso a nuestras tareas laborales desde cualquier lugar a través de dispositivos digitales ha llevado a que, en lugar de desconectar al final del día, muchos de nosotros sigamos trabajando durante horas extras. Las notificaciones de correos y mensajes no paran de bombardear nuestros portátiles y teléfonos. En lugar de aprovechar la flexibilidad del teletrabajo para disfrutar de un equilibrio entre vida y trabajo, a menudo nos encontramos luchando contra la invasión constante de la esfera laboral en nuestro tiempo personal.

Esta flexibilidad ha dado lugar a situaciones en las que hemos mezclado en exceso nuestra vida personal y profesional durante la jornada laboral. Por ejemplo, las reuniones virtuales desde casa a menudo se ven interrumpidas por la presencia de niños que necesitan atención o mascotas que irrumpen en la habitación. Las llamadas de trabajo se realizan desde el mismo espacio donde compartimos momentos familiares, y a veces se hace difícil diferenciar entre el rincón de la oficina y el rincón de juego de nuestros hijos.

Esta tendencia de mezclar vida personal y profesional se vuelve especialmente evidente en las nuevas generaciones, que han crecido en un mundo hiperconectado donde la línea entre el trabajo y la vida personal se desdibuja con mucha frecuencia. Sin embargo, en el caso de los jóvenes, es una buena noticia comprobar que identifican el problema mucho más rápido y se esfuerzan a diario por ponerle solución. Esto no resta la importancia de que las empresas trabajen por educar a sus trabajadores, sobre todo a las nuevas generaciones, en que sepan separar ambos mundos y que así no se convierta en una tarea autodidacta.

Otro aspecto clave a tener en cuenta es el entorno en el que trabajamos. El teletrabajo a veces puede llevar a que las personas prioricen tareas personales sobre sus compromisos laborales, lo que resulta en una pérdida de horas de trabajo y calidad en el desempeño. Esta pérdida de tiempo y enfoque puede tener un impacto significativo en nuestra productividad.

Este problema se intensifica en entornos donde prevalece el ocio. Durante el verano, por ejemplo, todos los que gozan de la posibilidad de teletrabajar, suelen optar por hacerlo desde lugares vacacionales, como la playa o la montaña. Aunque esto suena tentador, debemos ser conscientes de que estos entornos pueden afectar negativamente nuestra productividad. Los buenos hábitos de trabajo dependen en gran medida del entorno en el que nos encontramos, y por ello, más aún en entornos de este tipo, debemos ser capaces de mantener separado el trabajo de lo personal para no correr el riesgo de perder nuestra eficacia.

Es evidente que los modelos de trabajo remoto o hibrido tienen grandes ventajas, pero es importante recordar la importancia de establecer límites y buscar un equilibrio saludable entre nuestro trabajo y nuestra vida personal. Este equilibrio afecta a todos los estamentos de la compañía, especialmente a los altos comités de dirección de las empresas, pues realmente son los que más acaban influyendo en la cultura y valores de la compañía y como consecuencia en el resto de la misma.

El modelo de trabajo es un tema fundamental para el éxito de una compañía y se debe tener en cuenta a la hora de discutir sobre el trabajo híbrido y sobre las dinámicas de trabajo flexibles en las compañías. Porque si bien la idea de "ven cuando quieras o no vengas" suele sonar atractiva para los empleados, esta puede tener consecuencias negativas en el entorno de trabajo: la cohesión entre los equipos se debilita, la falta de contacto físico afecta a las relaciones profesionales, las nuevas incorporaciones se enfrentan a un desafío adicional, ya que no pueden conocer a sus colegas más allá de una pantalla… Encontrar un equilibrio que nos permita evitar esto es clave.

Es deber de todas las organizaciones, y de aquellos que las conforman, no solo considerar si implementar el trabajo híbrido o no en su jornada laboral, sino también ayudar a todos sus empleados a trabajar de manera efectiva, independientemente de su ubicación. Al mismo tiempo, es nuestro deber como individuos realizar un ejercicio de autoevaluación y observación. Tenemos que comprender cómo trabajamos cuando lo hacemos en remoto, qué es lo que está fallando y cómo nuestro entorno influye en nuestra efectividad laboral.

Solo si hacemos el esfuerzo de separar claramente nuestra vida personal de la vida profesional – siempre dejando un espacio para ambas – podremos ser eficientes y cumplir con nuestras responsabilidades laborales. De esta forma, el teletrabajo se convertirá en una forma de trabajo positiva y efectiva para todos. Aprovechemos la oportunidad de aprender de nuestras experiencias y encontrar el equilibrio adecuado para prosperar en un entorno laboral cambiante.