Mundo digital
El origen del código QR
El código QR está ya instalado en infinidad de teléfonos móviles para la gestión de múltiples tareas y gestiones. Sin embargo, atesora más de dos décadas de vida.
El código QR está inserto en nuestras vidas y forma parte del día a día. ¿Cuántas veces hemos abierto una aplicación en nuestro teléfono móvil para leer un código QR? Basta hasta hacerlo con nuestra propia cámara del terminal. Lo empleamos continuamente para ver la carta en cualquier bar o restaurante, para entrar en una página web de forma directa, para enviar contraseñas o hasta para pagar.
Lo cierto es que gran parte de culpa de que sea una herramienta tan presente en la actualidad en nuestra forma de acceder y conectar con el mundo, lo tiene su facilidad de uso. Basta con enfocar el código en el cuadrado que se habilita en la cámara o aplicación externa y conseguido, accedemos a un determinado contenido de forma rápida.
Ahora todos sabemos lo que es, cómo se usa y para qué sirve, pero ¿qué sabemos realmente de estos revolucionarios códigos de barras? Hoy queremos contarte cómo nació, para qué, cómo y sobre todo, por qué su uso está tan extendido.
El código de barras, su antecesor
Si bien sabemos lo que es un código QR (Quick Response), con más razón aún conocemos a la perfección que es un código de barras. Pues bien, el QR no es más que el desarrollo evolutivo de éste. Sabemos que sería en el año 1952 cuando se haría oficial la primera patente del código de barras, y sería empleado por vez primera en 1966.
En estos 57 años de existencia desde que lo viéramos por primera vez en algún etiquetado, hemos convivido asiduamente con estos 24 trazos que simbolizan realmente 13 dígitos. Sin embargo, ahora todo parece que cambiará y gradualmente irá desapareciendo de todos los envases hasta que en el año 2027 sea definitivamente sustituido. ¿Y quién le dará su relevo? Sí, el código QR.
El origen y la razón de ser del código QR
Estos módulos de almacenamiento de información nacieron en el año 1994 de la mano de la compañía japonesa Denso Wave, subsidiaria de Toyota y especializada en la fabricación de elementos de vehículos. La empresa creó principalmente este sistema para poder rastrear los vehículos y las piezas en la cadena de producción.
Fue el ingeniero Masahiro Hara quien crearía el código QR en su intento de buscar una nueva opción a los clásicos códigos de barras que presentaba limitaciones. En tal sentido, los códigos de barra no conseguían almacenar demasiada información, hasta un máximo de 20 caracteres alfabéticos, por lo que había que escanear varios de éstos para conseguir todos los datos necesarios y ralentizaba el sistema de producción.
Un juego de mesa le dio la clave
Ante tal problema, Hara trató en un primer momento de mejorar los lectores pero cuando llegó a la conclusión de que la tarea no era fructífera decidió cambiar los códigos. La idea le vino del conocido juego de mesa japones Igo, una versión asiática del ajedrez. Al visualizar las piezas del juego, que son blancas y negras, sobre la cuadrícula del tablero, el ingeniero comprendió que esta era una forma sencilla de transmitir información. Desde aquí comenzó a trabajar en un código bidimensional.
Durante su creación, Masahiro Hara se encontró con dos problemas, por un lado que los escáneres no eran capaces de reconocer la ubicación y por otro parte que la figura no era reconocido si no se encontraba alineada a la perfección.
Como solución, Hara agregó información de ubicación incluyendo un patrón de detección de posición para el primero de los problemas y para el segundo investigó acerca de las proporciones de áreas blancas y negras en toda clase de imágenes.
En esta ardua tarea el ingeniero y su equipo se dieron cuenta de que la proporción que era menos utilizada era 1: 1: 3: 1: 1. Con esto, los códigos QR estaban creados, facilitando el trabajo y es que permitían ser leídos en cualquier dirección, almacenaban hasta 7.000 cifras y era 10 veces más rápido.
El cuadrado con partes blancas y negras que distinguimos a ojo humano contiene una codificación que tiene almacenada información. Su matriz de datos está configurada por símbolos de posición, líneas de dimensión, línea de formato, patrón de máscara y nivel de corrección de errores el cual permite que el código sea leído de forma correcta aunque haya algún elemento que lo tape o se encuentre dañado.
¿Por qué su uso se ha extendido?
Sin duda es bastante evidente que los códigos QR se encuentran muy extendido entre la sociedad. La pandemia marcó un antes y un después para este invento de Hara y es que fue a partir de entonces cuando nos vimos obligados a comenzar a utilizarlos con mayor asiduidad.
Ahora el código QR se ha quedado entre nosotros, lo empleamos para acceder de forma rápida y directa a cualquier información, algo que repercute en la productividad, el mecanismo con el que funcionamos en la actualidad. Empresas y sectores tan variopintos como el tecnológico, el de la educación o la medicina ya lo han incorporado a su día a día.
Finalmente, y bajo el objetivo de mejorar los códigos de barra con un sistema mucho más rápido y que pudiera almacenar más cantidad de información, permitiendo así una mayor productividad, los códigos QR llegaron para quedarse hasta nuestros días.
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