ERC

Presupuestos catalanes ya y elecciones en junio

Todos los partidos en precampaña. Torra quiere convocar pero no tiene candidato. Esperará a que el Supremo se pronuncie sobre su inhabilitación

El president Torra aguarda la decisión del Supremo sobre su inhabilitación para decidir si convoca o no elecciones
El president Torra aguarda la decisión del Supremo sobre su inhabilitación para decidir si convoca o no eleccionesQuique GarciaAgencia EFE

Todos los partidos catalanes están engrasando sus maquinarias electorales. Nadie sabe la fecha, pero todos saben que la cita es ineludible. La fecha que más se acaricia es finales de junio o julio, aunque algunos estirarán el chicle para hacerlas coincidir con el 11-S y aprovechar el «subidón» nacionalista de esas fechas. Joaquim Torra amagó con convocarlas el día que la Junta Electoral Central lo inhabilitó, pero Carles Puigdemont se lo impidió. El presidente catalán podría convocarlas en cualquier momento, aunque según fuentes conocedoras de la situación «Torra esperará a la resolución del Supremo sobre su inhabilitación», todavía más desde que la Fiscalía anunció que es conveniente esperar a la resolución del alto tribunal porque «hay dudas jurídicas» sobre su destitución por la JEC hasta que no se pronuncie el Supremo. Como sólo los magistrados saben cuando tomarán la decisión, Torra aguantará. Esta posición contrasta con la de sectores independentistas que no comparten esta posición de Torra, «las elecciones las convoca el president, no las tiene que convocar un Tribunal». Ante este escenario, todos los movimientos de las fuerzas políticas tienen sentido electoral. Esto lo sabe bien Torra, que intenta recuperar un protagonismo político, que en el seno del Govern lo está teniendo Pere Aragonés, y en el político, ERC.

El viernes Torra convocó la Mesa de Partidos, que hacía casi un año que no se reunía. Su objetivo, intentar que la mesa catalana lo catapultara como negociador en la Mesa de Gobiernos que pactó ERC, una Mesa que repudió desde el primer momento y que se fijó en el voto negativo de JxC en el Congreso. La reunión fue un fiasco. PP, Cs y CUP no se presentaron, PSC y Comunes pidieron elecciones –el presidente José Montilla hizo lo mismo en una conferencia ante la presidenta del Congreso y ERC se puso de perfil, apoyando las tesis de Torra con escaso entusiasmo–.

El mismo viernes por la mañana, la noticia política estaba en la Plaza Sant Jaume, en el Ayuntamiento. Ada Colau –Comunes– y Ernest Maragall –ERC– escenificaban su acuerdo en presupuestos bajo la atenta mirada de Jaume Collboni –socialistas–. Por si fuera poco, la vicepresidencia del ejecutivo catalán anunciaba otro acuerdo presupuestario, esta vez en la Generalitat que arrastra prórrogas desde 2015. Pere Aragonés explicará hoy el acuerdo con los Comunes que permitirán aprobar las cuentas. Una baza para Aragonés que le consolida como candidato de ERC en las autonómicas. Junts per Catalunya tiene que pasar por el «trágala» de apoyar este acuerdo con el que sectores del partido discrepan por la fiscalidad que recoge. El antiguo PDeCAT y los sectores más conservadores de JxCAT no ven bien estas medidas. El problema es que no pueden decir que no. Por eso, Torra antes de la rueda de prensa de Aragonés se hará una foto con el vicepresidente, dando a entender que él está al frente de la negociación.

Los acuerdos entre ERC y Comunes, sin olvidar al PSC, abren el paso a la negociación de los PGE para «conseguir el tres en raya», en expresión de un dirigente socialista. En JxCAT ya señalan la posibilidad «de un tripartito en Catalunya. ERC apuesta por la autonomía, no por la independencia», un dictamen que será su leif motiv en una campaña electoral.

Miquel Iceta PSC, Lorena Roldán, Cs , Alejandro Fernández PP, Jessica Albiach Comunes, y Pere Aragonés ERC, serán los candidatos y la CUP lo decidirá en su complejo sistema asambleario. Manuel Valls deshoja la margarita sobre su candidatura. Otros grupos del catalanismo moderado y algunos grupos del PDeCAT también valoran presentarse, sin descartar candidaturas independentistas inspiradas por la Asamblea Nacional. Todo se mueve, pero los grandes partidos tienen a sus candidatos definidos. Sin embargo, nadie sabe quién será el candidato de JxC. Torra estará inhabilitado. Laura Borràs, está a punto de ser imputada por «presunta» corrupción. Elsa Artadi, la eterna tapada, no levanta cabeza desde el fracaso de las municipales y no encuentra su sitio en la política municipal.

Algunos sectores reclaman la vuelta de Puigdemont. Nadie sabe qué hará el ahora eurodiputado. Sin embargo, algunos sectores no dudan en descartar su candidatura «si se presenta y gana no podrá ser investido porque no tendrá la inmunidad del Parlamento Europeo». Aunque Puigdemont podría afirmar que si gana «volveré a Catalunya», como ha dijo en las elecciones de 2017. Y no cumplió. Damià Calvet, conseller de Territori, y proveniente del viejo PDeCAT mueve sus piezas. También lo hace, Angels Chacón, la consejera de empresa, al igual que Albert Batet, presidente del grupo parlamentario. Y un dato. Artur Mas finaliza su inhabilitación el 23 de febrero.

En este sudoku se mueve Torra. No puede convocar porque no tiene candidato. Apuesta por Puigdemont, pero fue Puigdemont quién se lo impidió porque tiene dudas sobre su candidatura. Por tanto, los suyos le instan a esperar al Supremo. ERC no se lo pone fácil. Aragonés, con el respaldo de Junqueras, está consolidando un proyecto alternativo a JxCAT. Nadie quiere hablar de tripartito –con Comunes y Socialistas–, pero si los números lo permiten, será una opción a explorar, que no dejarán de visualizar un escenario diferente en la Mesa de Gobiernos para hablar con Pedro Sánchez, alejada de algaradas verbales y excesos.