Nuevo Papa

León XIV vuelve a casa como primer Papa agustino

Hace una semana, Robert Prevost dejó la comunidad en la que vivió más de una década y acudía cada día a comer como cardenal y este martes ha regresado como Pontífice

Pope Leo XIV leaves the Augustinian General House in Rome after a visit, Tuesday, May 13, 2025. (AP Photo/Domenico Stinellis)
Vatican PopeASSOCIATED PRESSAgencia AP

Robert Prevost ha regresado este martes a su casa. Pero lo ha hecho revestido de blanco. Como León XIV. El primer Pontífice de la historia perteneciente a la Orden de San Agustín ha almorzado en la sede que la congregación religiosa tiene junto a la columnata de Bernini. Esta visita sorpresa de puertas para afuera estaba planeada prácticamente desde el día después de su elección, según ha podido confirmar LA RAZÓN. Aunque apenas le separan unos metros del Vaticano, el Papa se ha desplazdado en un monovolumen por motivos de seguridad.

Lejos de ser una visita de cortesía, lo que ha vivido el Sucesor de Pedro ha sido un reencuentro con sus hermanos, con los que hasta la pasada semana compartió capilla y mantel. Y es que, desde que en 2023 el Papa Francisco le fichó como prefecto del Dicasterio para los Obispos y dejara la diócesis peruana de Chiclayo, Prevost se mudó a uno de los apartamentos que se encuentran en el Palacio del Santo Oficio. Sin embargo, aunque dormía en un piso sencillo en el que contaba con su propia cocina, el actual Papa siempre se levantaba temprano para comenzar la mañana con los agustinos. Celebraba con ellos la eucaristía, desayunaba y se marchaba al departamento vaticano donde trabajaba, en la Piazza Pio XII, entre la Plaza de San Pedro y la Vía della Concilliazione. De la misma manera, el almuerzo también lo compartía con sus compañeros de carisma y misión.

Si la relación era tan familiar con los agustinos, ¿por qué no convivir bajo el mismo techo? Según explican quienes conocen bien al nuevo Papa, su honestidad y respeto a quienes llevan las riendas de la Orden le llevó, por voluntad propia, a marcar una distancia que se podría denominar «higiénica». O lo que es lo mismo, el hecho de que hubiera sido durante doce años el prior general no quería que fuera condicionante para quien lleve las riendas de la institución ni para su equipo de gobierno. Sobre todo, teniendo en cuenta que fue su hogar durante sus doce años como general.

Y es que la casa que ha visitado es la sede tanto de la Curia general como de una comunidad formativa, además de contar parte de las aulas de la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, comúnmente conocida como Angelicum, donde se forman los mejores especialistas del planeta en patrística, que es el estudio del pensamiento, doctrinas y obras del cristianismo desarrollados por los llamados Padres de la Iglesia. En estas instalaciones se encuentra también la cancha de tenis que el propio Prevost utilizó el domingo previo al cónclave, como «terapia» para liberar la tensión que se cernía sobre él cuando las quinielas comenzaban a señalarle como favorito para la elección papal.

Relación impecable

«León XIV tiene una relación impecable de amistad y colaboración estrecha con el actual prior, el padre Alejandro Moral. De hecho, se consultaban a menudo el uno al otro problemas que surgían tanto en el Dicasterio como en la Orden para complementarse. Sin embargo, Prevost siempre iba más allá y pensaba que quizá, en próximas generaciones, su presencia pudiera resultar incómoda o verse como una injerencia y por esto prefería vivir a unos pocos metros, pero mantener parte de la vida comunitaria», expone un agustino de la casa.

Precisamente fue el padre Alejandro, un burgalés de La Vid, el que ofreció algunos detalles del encuentro que han mantenido, que arrancó a las doce de la mañana y que se alargó hasta la tres de la tarde. Juntos celebraron la eucaristía, en el día en el que la Iglesia celebraba la fiesta de la Virgen de Fátima, y compartieron la comida. «Él solía venir aquí a comer regularmente y quería agradecer a la comunidad por ello», certificó Moral, que definió el rato vivido como «una visita familiar, de acción de gracias». «Fueron momentos muy, muy familiares y muy agradables los que pasamos juntos porque él conoce a todo el mundo y todos lo conocemos y por eso es muy bonito», expone el prior. En esta escapada papal, no solo estuvieron los consagrados, sino también los empleados que trabajan con ellos, como los cocineros.

Preguntado por los periodistas por el mensaje que les dejó León XIV en este encuentro, Moral recordó que les compartió que «debemos estar siempre cerca unos de otros, viviendo, como pide San Agustín», con una palabra como eje «la comunión».

Para este consagrado que coordina a los 2.800 agustinos presentes en 47 países, León XIV, «con la ayuda de los creyentes y del Espíritu Santo, puede ser un papado muy importante en la vida del mundo porque es una persona que habla sin intereses personales, habla hacia todos buscando bien común».

Desde su experiencia en las distancias cortas con el Papa Prevost, el religioso español «es una persona muy normal, es una persona reflexiva, inteligente y muy dialogante. Es un buen amigo, trabaja y deja trabajar. Le gusta trabajar en equipo, pero cuando tiene que tomar una decisión, las sabe tomar». Y apostilla a continuación: «Habla menos que el Papa Francisco, pero es muy directo cuando habla».