Opinión

Coronavirus
La población reclusa está tranquila ante el problema del coronavirus. Los funcionarios realizan una labor “pedagógica” con los reclusos para tenerles informados y transmitirles los consejos con el fin de evitar la infección, según han informado a LA RAZÓN fuentes penitenciarias, que no ven ningún indicio de alarma de que se puedan producir incidentes, o incluso motines, como ha ocurrido en Italia.
Las medidas dictadas ayer por La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se han extendido hoy a las prisiones de Ocaña, Palencia (Dueñas) y Burgos, que se unen a todos los establecimientos penitenciarios de Madrid, Álava y La Rioja como medida de contención del coronavirus (COVID-19).
En dichas medias medidas se establecía que sólo se permiten comunicaciones con los internos a través del locutorio y se prohíben las salidas programadas tratamentales, no así los permisos ordinarios o en aplicación del artículo 100.2.
En concreto, se suspendían "todas las visitas que no se realicen a través de locutorio y solo se permitirá el acceso al personal laboral o funcionario y al personal extra penitenciario cuya labor sea imprescindible". Queda excluida, por tanto, la entrada a voluntarios de ONG, entidades colaboradoras o profesionales acreditados.
El hecho de que se autoricen las comunicaciones ordinarias, incluyendo a los abogados, ya que se producen en locutorios separados por una mampara de cristal, permiten que el recluso no se sienta aislado ya que pueda establecer contacto visual y verbal con los suyos.
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