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La cantina de la «Operación Balmis»

150 trabajadores de la empresa Ucalsa preparan las 24 horas del día las bolsas de comida de los militares. En este tiempo han elaborado más de 13.000

Cada día preparan más de mil bolsas de comida
Cada día preparan más de mil bolsas de comidaLa RazónUcalsa

Desde que comenzó el estado de alarma, los militares no han dejado de desplegarse por todos los puntos de la geografía española. Día a día han ido aumentando tanto su número como sus misiones hasta contar con un contingente de más de 3.400 efectivos en toda España, lo que implica un despliegue logístico nunca antes visto en nuestro país. Y no sólo por los medios que utilizan la UME, los dos Ejércitos y la Armada, si no también por el trabajo callado y desconocido de otros muchos «héroes» que no descansan ni un día para prestarles su apoyo. Es el caso, por ejemplo, de quienes alimentan a diario a ese batallón de hombres y mujeres que recorren el país desinfectando,patrullando o montando instalaciones. Una de las empresas que se dedica a esta tarea es la Unión Castellana de Alimentación (Ucalsa), con años de experiencia en eso de alimentar a militares. Y no sólo en España, pues se han desplegado junto al Ejército en lugares tan remotos como Afganistán o Irak con la única misión de darles de comer. Hasta ahora han repartido más de 13.000 bolsas de comida a los militares de la «Operación Balmis».

«Estamos acostumbrados a trabajar en situaciones de crisis y penurias», explica a LA RAZÓN Francisco Villarreal, Director Nacional de la División de Defensa de la compañía. Si bien no son los adjudicatarios de todos los contratos para la alimentación de las Fuerzas Armadas, sí de los más importantes. «Estamos especializados en Defensa, por eso estamos en zona de operaciones y también suministramos a la Armada, en territorio nacional y fuera. Si un buque sale al extranjero, le suministramos la alimentación en cualquier punto del mundo».

En tiempos tranquilos (no de guerra, como define el Jefe de Estado Mayor de la Defensa está lucha contra el coronavirus) lo normal es que se dediquen sobre todo al servicio de comidas en los cuarteles en cuyas cocinas están desplegados, además de preparar también raciones de campaña. Pero ahora, en estado de alarma, una de sus principales misiones es preparar miles de bolsas de comida para repartir entre las unidades que recorren España. Tienen presencia en una decena de acuartelamientos de ocho provincias y desde ellos van organizándose para preparar y tener a tiempo todas las raciones que les solicitan los uniformados. Algo que cambia constantemente, pues no hay nada planificado: «Nos movemos y actuamos según lo hacen los militares». Paralelamente, no se olvidan de los comedores de los cuarteles donde, además de los efectivos destinados allí, también regresan muchos de los desplegados por el estado de alarma.

Son, como dice Francisco, «uno más en la cadena logística» y están en contacto permanente con diferentes unidades para adaptarse a sus necesidades. «Nos acaban de llamar del cuartel de Salamanca para que esta noche preparemos 80 bolsas hasta el lunes para la UME», dice en medio de la conversación con LA RAZÓN. «No paramos. En algunos cuarteles no paran de preparar bolsas durante todo el día». Cada jornada elaboran unas 1.100 y en todo este tiempo ya han superado las 13.000.

Un militar recoge las bolsas para sus compañeros
Un militar recoge las bolsas para sus compañerosLa RazónUcalsa

Para esta tarea cuentan con su particular «batallón» de unos 150 trabajadores, de los cuales «ninguno se ha dado de baja», explica. «Tenemos todo el personal en activo, desde los proveedores hasta el personal de cocina para la confección y distribución de los alimentos. Hemos creado un retén de guardia 24 horas en todos los cuarteles para, en caso de necesidad de los militares, ponernos a su disposición a cualquier hora para el suministro de bolsas en frío». «Hasta los trabajadores que estaban de descanso o de vacaciones han renunciado a ello y se han incorporado», apunta.

De esas cocinas de los cuarteles en los que tienen presencia salen esas miles de bolsas. Y aunque hay una serie de raciones estándar, también meten en ellas lo que les demandan las propias unidades militares, ya sea para la comida, el desayuno o la cena. «Incluimos lo que piden por necesidad. Bocadillos fríos, agua o refresco, también una chocolatina o algo calorífico, algo caliente... Las adaptamos. Y también les suministramos todas las botellas de agua y los termos de café y leche». Y avisa de que ninguno de los militares se quedará sin comer: «No tenemos desabastecimiento, porque tenemos la ventaja de contar con almacenes centrales».

Otras 9.500 raciones para repartir a ancianos

Los trabajadores de Ucalsa no preparan solamente la comida para los militares. También tienen el encargo de elaborar los menús que posteriormente reparten a domicilio a las personas mayores en la Comunidad de Madrid. Una tarea para la que también han redoblado esfuerzos, pues de las 3.000 comidas que elaboraban a diario sin estado de alarma han pasado ahora a cerca de 9.500. Y para ello cuentan con otro equipo de cerca de 200 personas que se ha organizado para poder atender a todos y no dejar a ningún mayor sin comer.