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La Delegación del Gobierno en Madrid ampara otro 8-M

El PSOE dice que no asistirá a las protestas, pero reafirma que son «justas» mientras que Unidas Podemos jalea para que los ciudadanos se manifiesten

A pesar de que el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, recomendó ayer restringir la movilidad al máximo en toda la Comunidad de Madrid y evitar los contactos con las personas no conviventes para frenar los contagios por coronavirus, la ofensiva política de la izquierda contra el Gobierno regional continúa.

De momento la delegación del Gobierno no se ha pronunciado respecto a la autorización de la convocatoria de manifestación para este domingo contra la Comunidad, aunque todo parece apuntar que, al igual que se permitieron otro tipo de concentraciones de protesta durante el estado de alarma, la protesta tampoco se paralice a pesar del riesgo sanitario que conlleva una convocatoria de estas características, donde puede correrse el riesgo de aglomeraciones de personas donde no se cumpla la distancia de seguridad. Fuentes de la Delegación confirman a LA RAZÓN que todavía no han recibido la solicitud de autorización por parte de los convocantes de la misma, pero admiten que sería difícil frenar la concentración legalmente pues este hecho podría contravenir el derecho fundamental a la manifestación de las personas. A día de hoy, no es un escenario que la Delegación de Gobierno madrileña se plantee, a no ser que una parte presenten informes sanitarios que desaconsejen de manera muy justificada la desconvocatoria para este domingo.

Este mismo lunes, se producía la foto de la división y mientras que Pedro Sánchez firmaba «la paz» con Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol para colaborar frente a la epidemia, al mismo tiempo el PSOE madrileño apoyaba un manifiesto para protestar el domingo contra las medidas restrictivas adoptadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid. Un día después –ayer– los socialistas se desvinculaban –solo en parte– de la concentración contra Ayuso como gesto para escenificar la unión entre administraciones. El delegado de Gobierno de la región, José Manuel Franco, confirmó ayer en una entrevista en Telemadrid que su partido no convocaría concentraciones ni marchas contra la Comunidad de Madrid porque «lo responsable, lo que nos piden los ciudadanos, es preservar su salud». Sin embargo, el también líder socialista en Madrid se reafirmó en suscribir el manifiesto que rechazaba las restricciones y en el que acusan a la regidora madrileña de utilizar una «política frentista». De hecho aseguró que las reivindicaciones eran «justas».

Desde el PSOE se lanzaban ayer a apaciguar las formas tras haber orquestado ayer una campaña que llamaba a la sublevación en las calles. La firma del manifiesto era uno de los signos que mejor simbolizaban la crispación política entre partidos y que contradecía al paso dado por Moncloa de cooperar y colaborar con la administración regional. Con este paso atrás, los socialistas rebajan las tensiones, aunque siguen cargando contra la política regional de Ayuso. De hecho, ayer la portavoz del PSOE en el Congreso evitaba pronunciarse sobre la manifestación, aunque de sus palabras denotaba que compartía también los postulados de su partido en Madrid. «No comprendo a quienes alentaban manifestaciones en Núñez de Balboa en pleno estado de alarma y las critican cuando son los trabajadores de Villaverde, Usera y Vallecas», censuró la portavoz ayer en el Congreso de los Diputados.

Con el paso atrás de los socialistas, Unidas Podemos se quedaba solo con Izquierda Unida y Más Madrid y el resto de asociaciones vecinales y sindicatos en su hoja de ruta que tiene por objeto poner en la diana la gestión de la presidenta Díaz Ayuso. De hecho, según confirmó el portavoz morado en el Congreso, Pablo Echenique, su partido asistirá a la manifestación en Madrid este domingo. Defendió en rueda de prensa la libertad «de la clase trabajadora» para manifestarse ante la «indignación» por las medidas adoptadas por la Comunidad. Volvió a tildar estas medidas como «segregadoras». «¿A ver si en España solo se van a poder manifestar negacionistas o clases pudientes? La decisión de manifestarse es individual y compartimos esa indignación porque tiene base», reflexionó.