Papa Francisco

Sánchez se confiesa por carta al Papa: “Tened por seguro que contáis con el Gobierno”

El presidente presume de «sintonía» en materia social con Francisco en la misiva que le envió para solicitar la audiencia.

El Papa Francisco
El Papa FranciscoAlessandra TarantinoAP

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encontrará hoy a las diez de la mañana con el Papa Francisco en el Palacio Apostólico Vaticano. Y lo hará presentándose prácticamente con un «devoto» del Pontífice y, por tanto, de la Iglesia. Así al menos se desprende de la carta que le dirigió el líder socialista a comienzos del mes de octubre para solicitar la audiencia que tendrá lugar esta mañana. En ella Sánchez confiesa tanto su «admiración» con Jorge Mario Bergoglio como su plena «sintonía» con la pastoral social. Incluso llega a manifestarle su total disponibilidad para colaborar juntos en aras de promover la unidad y la fraternidad. «Tened por seguro que contáis con el Gobierno de España», se ofrece al Papa, retratándose como un aliado y compañero de camino. Así, lejos de ser una texto escueto y eminentemente protocolario para solicitar formalmente una audiencia, se explaya ante el que será su anfitrión. De hecho, no hay una sola mención a las cuestiones que podrían suponer algún fricción o desencuentro con el Papa y que el Ejecutivo de Coalición mantiene en su hoja de ruta para la presente legislatura. Es decir, en la carta obvia los temas que a menudo sirven de ariete desde Moncloa para exhibir diferencias con la Iglesia, especialmente con los obispos. Así, no se incluye ni una referencia a la resignificación del Valle de los Caídos a través del proyecto de ley de Memoria Democrática, la revisión de las inmatriculaciones y la fiscalidad de la Iglesia, las reformas legislativas de la eutanasia y del aborto, los cambios educativos que cuestionan la viabilidad de la escuela católica concertada y de la asignatura de Religión… Es posible que todos estos asuntos puedan aparecer durante la conversación que se mantiene hoy, toda vez que el presidente vea a su interlocutor más relajado.

De la misma manera, también podría jugar con otra baza: ignorarlos con el Papa y departir sobre ellos con la cita que mantendrá inmediatamente después con Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, el equivalente al ministro de Exteriores en el Vaticano. Aunque en principio, tendría que recibirle el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, por ser lo más parecido al primer ministro, el cardenal ha declinado el encuentro puesto que tenía un acto concertado previamente a la petición de Madrid. Frente a ello, en la carta, el jefe del Ejecutivo de coalición no duda en expresar que los postulados papales van en la línea de «la agenda de mi Gobierno». En la misiva, que llegó a la Santa Sede a través de la Nunciatura -la embajada vaticana- desde el Ministerio de Exteriores, se aterriza en cuestiones concretas donde el presidente vislumbra paralelismos en la línea de acción. Así, identifica la ecología integral que el Papa propone a través de la encíclica Laudato si', publicada en 2015, con la lucha contra el cambio climático de Moncloa. Por otro lado, en la carta, Sánchez también expone la defensa de la igual como objetivo coincidente con el Pontificado del Papa argentino. En este sentido, pone en valor los esfuerzos del Gobierno en favor de la cohesión social. En este sentido, la carta se incluye una referencia inexcusable a la preocupación compartida por la pandemia del coronavirus así como por la crisis que ha desencadenado.

No se olvida de presentar incluso credenciales en lo que a las relaciones internacionales se refiere, una cuestión nada baladí para Francisco, en tanto que durante estos ocho años al timón de la Iglesia ha dado un impulso significativo en lo que a la geopolítica vaticana se refiere, bien sea por su mediación en procesos de paz como en Colombia, en facilitar el diálogo entre Estados Unidos y Cuba o el renovado acuerdo con China. Sánchez explicita en la carta que comparte esta apuesta por el multilateralismo papal, un extremo que de la misma manera le manifestó la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, a Gallagher en la reunión que mantuvieron el pasado martes.

Es más, el presidente llega a aplaudir incluso la intervención de Francisco el pasado 25 de septiembre ante la Asamblea General de las Naciones Unidas con motivo de su 75º aniversario. Este tono elogioso también lo quiso poner de manifiesto el presidente el pasado martes, al finalizar el Foro Italia-España en Roma. Ante Giuseppe Conte, aprovechó para presentar a Francisco como una figura «inspiradora e incuestionable». Al mismo tiempo, apuntaba su deseo de «y tener las mejores relaciones con el Vaticano por parte del Gobierno de España». Lo cierto es que desde hace unos días, Moncloa prepara con mimo hasta el último detalle el encuentro para que el líder de los socialistas pueda aterrizar en Roma con un conocimiento exhaustivo de Francisco para hacerle ver cómo su programa de Gobierno va en línea de la agenda papa, especialmente en lo que a políticas sociales se refiere. En este sentido, echará mano como principal arma de «Fratelli tutti», la encíclica firmada este mismo mes por Francisco, en la que condena el neoliberalismo y los populismos, plantea un nuevo orden mundial con la dignidad humana como eje y hace un llamamiento a promover una política de la caridad al servicio del buen común.

En cualquier caso, el elogio de Sánchez en la carta vendrá acompañado de un agradecimiento al Papa por hacerle un hueco en su agenda para esta primera audiencia. Sobre todo, por el escaso margen de maniobra para encajarla. En menos de quince días se ha activado una cita que Sánchez buscaba que coincidiera en el marco de la cumbre italiana. La fecha que anhelaban desde Madrid era el miércoles, un extremo que fue descartado por la Santa Sede, por ser una jornada intensa para Francisco en tanto que tiene audiencia general con fieles. De ahí nació la propuesta del sábado, lo que ha obligado al presidente español a viajar dos veces a Roma en una misma semana. Por otro lado, de haberse confirmado el miércoles podría haber generado algún que otro problema, en tanto que posteriormente ese día se fijaría como fecha para la moción de censura en el Congreso.