Inmigrantes

Las repatriaciones, con cuentagotas: trasladados a El Aioun 15 marroquíes llegados ilegalmente a Canarias

La devolución a sus lugares de origen es la única solución factible para resolver el problema de la inmigración en el archipiélago

Ocupantes de una patera en El Hierro
Ocupantes de una patera en El HierroGelmert FinolEFE

Ayer se realizó desde Canarias un vuelo de repatriación con 15 ciudadanos marroquíes, que fueron puestos a disposición de las autoridades de aquel país en el aeropuerto de El Aaiún, en el Sáhara, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto. Las devoluciones de los que llegaron al archipiélago de manera ilegal se hace con cuentagotas pero, desde hace unas semanas, de forma continua.

En los últimos meses, ha sido frecuente (y no ha parado) la arribada de ciudadanos magrebíes en patera. A los agentes encargados de tomarles la filiación les ha llamado la atención la juventud, el buen aspecto físico, la formación, casi militar, de algunos de ellos y la procedencia de muchos de la zona de Ifran, que no es precisamente de las más depauperadas del vecino país.

Esta llegada masiva ha causado una cierta alarma ya que parecía responder a un plan preestablecido de presión contra España por los efectos desestabilizadores que está causando en Canarias, donde el turismo es la fuente principal de ingresos económicos y creación de puestos de trabajo.

La presencia de unos 7.000 inmigrantes, alojados en hoteles del archipiélago, que ha sido difundida internacionalmente, no contribuye a mantener la imagen de Canarias como lugar de destino de los turistas europeos, que suelen elegir las islas como destino para sus vacaciones.

Las autoridades canarias han solicitado que se acabe con esta situación y que los inmigrantes sean llevados a la Península (o alojados en una serie de centros que están siendo habilitados). Con todo, se trata de evitar que el archipiélago se convierta en una nueva Lampedusa por los efectos devastadores que tendría para el turismo.

Las repatriaciones, aunque sean con cuentagotas, tienen el efecto positivo de transmitir a los que aguardan en Marruecos para subirse a las pateras que su viaje puede no tener como destino final la Península y Europa, como pretenden, sino que cabe la posibilidad de que sean devueltos a tierras magrebíes.

Las repatriaciones es la única solución factible ya que, según las citadas fuentes, se ha constatado que ha aumentado el número de los que llegaron desde Canarias y que se quedan definitivamente en la Península; ya no tratan de entrar en Europa a través de la frontera francesa. Las autoridades galas, según anunció recientemente el presidente Macron, han reforzado de manera considerable la presencia policial para evitar la llegada de inmigrantes ilegales, sobre todo después de constatar que el autor del triple asesinato en una iglesia de Niza era un tunecino que había entrado ilegalmente desde Italia.