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Atentado en 2008

Asesinato de Ignacio Uría: dos etarras se desmarcan del atentado contra el empresario por el AVE vasco

Errazquin solo admite que hizo de “puente” entre dos integrantes del “comando” y Garitagoitia explica que coincidió en ETA con uno de ellos pero “cada uno hacía su trabajo”

Los dos acusados, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional por el asesinato del empresario Ignacio Uría David FernandezEFE

Los etarras Iurgi Garitagoitia y Ugaitz Errazquin han negado en la Audiencia Nacional que participaran en el asesinato del empresario Ignacio Uría en 2008, que la banda terrorista reivindicó por su “responsabilidad” en las obras de construcción en el País Vasco de la línea del tren de Alta Velocidad y por negarse a pagar el impuesto revolucionario.

La Fiscalía pide para cada uno de ellos, exintegrantes del “comando Ezuste”, una condena de 49 años de prisión por delitos de asesinato terrorista, detención ilegal, robo de vehículo y daños terroristas. Según el relato acusatorio de la Fiscalía y de la AVT, dicho comando -al que también pertenecían los etarras Manex Castro, Beñat Aguinagalde y Joanes Larretxea, ya condenados por estos hechos- puso en marcha a partir de 2008 una campaña de intimidación y terror contra la construcción en el País Vasco del Tren de Alta Velocidad.

Los dos acusados han afirmado al tribunal que preside el magistrado Francisco Vieira que ni siquiera se conocen. Garitagoitia solo ha admitido conocer a uno de los integrantes del “comando Ezuste”, Joanes Larretxea -”era miembro de ETA y coincidimos”, pero ha negado que ambos decidiera matar al empresario vasco, responsable de Altuna y Uría, una de las concesionarias de las obras de la línea ferroviaria de alta velocidad. “Coincidimos en algunos trabajamos que teníamos que hacer, pero cada uno hacía su trabajo y mucha información no la compartíamos por seguridad”.

Según la Fiscalía, Garitagoitia participó junto a Manex Castro en el robo de un vehículo, que los otros tres miembros del “comando” utilizaron para desplazarse ese 3 de diciembre de 2008 a Azcoitia (Guipúzcoa), donde asesinaron a Uría de tres disparos a bocajarro. Mientras se llevó a cabo la acción criminal, las acusaciones sostienen que el acusado y Castro mantuvieron retenido a punta de pistola al propietario del coche en un aparcamiento de Deba. Tras asesinar al empresario, los etarras quemaron el vehículo para borrar las huellas y dejaron abandonado a su dueño con un antifaz y los pies atados en una borda del término municipal de Itziar. Una vez pudo liberarse del cordaje, el hombre pudo avisar a la Ertzaintza desde un polígono cercano.

Pero Garitagoitia ha negado que participara en el robo del vehículo y que retuviera a su propietario en un parking de Deba mientras se cometía el asesinato, en el que ha mantenido que no tuvo participación alguna.

Errazquin -que a diferencia de su compañero de banquillo sí ha querido contestar a las preguntas del fiscal Emilio Miró- no ha negado conocer a los tres etarras ya condenados por el asesinato -al que su abogado se ha referido en todo momento como “la acción”-, porque según ha dicho eran “amigos de la infancia”. Asimismo, se ha referido a Iraitz Santacruz (quien según la Fiscalía facilitó al “comando” el coche en el que los etarras mantuvieron retenido al propietario del vehículo que sustrajeron para cometer el atentado) como su pareja.

El acusado ha explicado que aunque fue captado por ETA en 2008 para “hacer de puente” entre Larretxea y Aguinagalde (trasladado entre ambos notas y dispositivos USB), no se integró en ETA hasta 2009, cuando huyó a Francia, una fuga que ha desvinculado de la detención de Manex Castro. Lo hizo, ha contado, “por miedo, se supone que me iban a detener, entran en casa de mi madre y sale en las noticias que me iban a detener por unas acusaciones graves y decido huir”.

Cuando la abogada de la AVT, Carmen Ladrón de Guevara, le ha puesto de manifiesto que no era muy lógico que si no tenía nada que ver con el asesinato huyera a Francia y se integrara definitivamente en ETA, el acusado no se ha mostrado muy convincente en su respuesta. Ha tenido que ser minutos después, ya a preguntas de su defensa, cuando ha matizado que aunque no estuviera implicado en el atentado, pensó que se le buscaba por colaborar con ETA.

Pero Errazquin en todo momento ha insistido en situarse al margen de los planes del “comando” para asesinar al empresario y ha negado igualmente que fuera el tercer etarra que viajó hasta Azpeitia con Aguinagalde y Larretxea para perpetrar el atentado. “Sabía que hacían algo, exactamente qué no...”, se ha limitado a decir. Ni siquiera, ha recalcado, se encontraba ese día en la localidad guipuzcoana.

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