Terrorismo

El etarra “Makario” ya está en el País Vasco

En el entorno de la banda consideran un éxito que se le haya acercado 990 kilómetros, de Sevilla a Álava

Ignacio Aracama, "Makario"
Ignacio Aracama, "Makario"jmzmaka

El sanguinario pistolero Iñaki Arakama Mendia, “Makario”, que perteneció al “comando Madrid”, se encuentra ya en la prisión de Zaballa, en Álava, después de haberse beneficiado de un acercamiento de 990 kilómetros, desde la cárcel de Sevilla, según informa Etxerat, la asociación que reúne a la mayoria de los familiares de los reclusos terroristas.

Sus actividades criminales las inició en el “comando Araba”. En 1998, la Audiencia Nacional le condenó a 30 años de prisión como autor del asesinato de inspector de Policía Antonio Recio Claver en 1979. También fue sentenciado a 28 años de cárcel en calidad de cooperador necesario en el asesinato de Jesús Ignacio Velasco Zuazola, comandante de Caballería y jefe de Miñones de la Diputación de Álava. Este militar era el marido de Ana Vidal, una de las fundadoras de la AVT. En 1999, la condena a 30 años fue por el asesinato en 1980 de Eugenio Lázaro Valle, jefe de la Policía Municipal de Vitoria. Además, en 2003 fue condenado a una pena de 20 años de prisión por cada uno de los asesinatos de los motoristas de la Guardia Civil (que protegían la Vuelta Ciclista a España a su paso por Salvatierra (Álava)) Ángel Prado Mella, José Luis Vázquez Platas y Avelino Palma Brioa.

Después pasó al “comando Madrid”. En 1998 le sentenciaron a 26 años como responsable del atentado que acabó con la vida de Ricardo Tejero Magro, director general del Banco Central. Además, fue condenado a 25 años en 1999 por su participación en el secuestro del financiero Diego Prado y Colón de Carvajal, que se produjo en 1983.

“Makario”, junto con Belén González Peñalba, “Carmen”, estuvo relacionado con la muerte, en 1987, del máximo cabecilla de ETA Domingo Iturbe Abásolo, “Txomin”, acaecida en Argel, donde se escondían los terroristas y recibían entrenamiento amparados por las autoridades de aquel país. El fallecimiento estuvo rodeado de extrañas ciercunstancias ya que se dieron varias versiones, primero que había sido un accidentes de tráfico y después que se había caido de un tejado mientras colocaba una antena de televisión.

Lo cierto es que en aquellos momentos, “Txomin” era partidario de una negociación con el Gobierno español para tratar de dar una solución al “conflicto”, como decían los etarras. El sector más intransigente de la banda no veía bien esas conversaciones ya que eran partidarios de continuar con las actividades terroristas. Desaparecido “Txomin”, continuaron los contactos que terminaron por romperse precisamente por las posturas cerradas y maximalistas de la banda.

El caso de Iturbe, salvadas las distancias, se asemeja a lo que le pasó a Moreno Bergareche, “Pertur”, que desapareció tras haber manifestado su voluntad de dar una salida negociada al terrorismo. Los últimos etarras a los que se vio con él fueron Miguel Ángel Apalategui, “Apala”, que vive en Cuba; y Francisco Múgica, “Pakito”, que ya está en libertad y que llegó a ser uno de los jefes de ETA.