El éxito del viaje del Papa a Irak saca de quicio a los yihadistas que amenazan con que será el último

El Estado Islámico está escocido por el éxito de la visita del Papa Francisco a Irak, territorio que considera de su pertenencia, y, en el editorial del semanario que sirve de publicación oficial de los terroristas, aparecido anoche, le tachan de “tirano cristiano”. Asimismo, lanzan una amenaza en el sentido de que será el último viaje a un país de mayoría musulmana.

Llama la atención que estos fanáticos, que condenan la democracia por el mero hecho de existir y que niegan los derechos a los que no piensan como ellos, a los que asesinan, llamen “tirano” a alguien que busca el diálogoy la reconciliación.

Se quejan de que la visita haya podido reforzar al que denominan “gobierno criminal leviatán”, al dar una sensación de seguridad y estabilidad, así como de control del territorio. Aseguran que ocurre todo lo contrario y que ellos, como ocurrió recientemente, son capaces de atentar hasta en el mismo Bagdad.

Para tratar de difuminar el carácter apostólico y el mensaje de paz y reconciliación del Papa, no se les ocurre otra cosa que afirmar: “no descartamos que esta visita “religiosa” del tirano cristiano tenga objetivos puramente económicos, y que un partido la haya financiado íntegramente, para proporcionar este apoyo al gobierno de rechazo a cambio de la recaudación de importantes contratos que aparecerán al público durante el futuro o permanecerán en secreto”.

Francisco dejó claro en sus mensajes que no se puede practicar el terrorismo en nombre de Dios, como hacen los yihadistas. Que el jefe de la Iglesia Católica les dijera una verdad tan absoluta en su propio territorio les ha sacado de quicio. “Este llamamiento satánico ha sido negado por Dios desde arriba de siete cielos, y ha sido enviado por el Corán de su profeta Mahoma”, aseguran.

Amenazan, tras haber contemplado cómo el Papa levantaba la Cruz sobre las ruinas de lo que ellos han destrozado, con que “eliminaremos sus cruces”, se entiende que de nuevo, porque ya lo hicieron una vez.