Tras el adiós de Merkel
Baza para liderar la derecha en Europa
Las próximas elecciones serán cruciales para que Casado asiente su liderazgo en la UE: debe ser capaz de aunar al eje franco-alemán
«Gana las elecciones. Por el bien de nuestro partido, por el bien de España y por el bien de Europa. Te conozco, puedes hacerlo» Estas fueron las palabras que ayer le dedicó el polaco Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo, al líder del Partido Popular, Pablo Casado. Con la salida de la política de la canciller alemana, Angela Merkel, Europa se queda huérfana de liderazgo. A este vacío de poder hay que sumar la irrupción de las formaciones nacionalistas y populistas cuyo objetivo es fracturar el proyecto europeo desde dentro y debilitar a los partidos tradicionales que impulsaron el proyecto europeo. Con un Emmanuel Macron volcado en su reelección, un Mario Draghi pendiente de no caerse del ejecutivo italiano y un Pedro Sánchez al que ni se le espera, las palabras pronunciadas ayer por el que fuera presidente del Consejo Europeo entre 2014 y 2019 ponen el foco sobre el líder popular y la posibilidad de que se convierta en un gran referente al estilo de François Mitterrand o François Hollande, aunque no será fácil.
Rafael Calduch, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense, asegura a LA RAZÓN que es difícil que Casado lidere la Unión Europea porque «toda la construcción de Europa se ha basado en el eje franco-alemán. De ahí que cuando en alguno de los dos países ha habido un líder ha avanzado el proceso». Según explica, la salida de Merkel no debilita el proyecto porque –a diferencia de lo que ocurre en Francia– no hay fuerzas antieuropeas que lo pongan contras las cuerdas. En opinión del experto, el funcionamiento de todas las instituciones europeas como el Consejo Europeo, la Comisión Europea o el Alto Representante de la Política Exterior –por citar las más representativas– tienen en común que son personas sin liderazgo, cuya función no es liderar sino presidir.
En opinión Calduch, «el próximo líder de la Unión Europea, aunque no presida una institución, tiene que ser capaz de aunar de las dos potencias fundamentales. Si el eje franco-alemán no se pone de acuerdo la Unión Europea no funciona». De ahí que si Casado quiere liderar el proyecto europeo necesitará potenciar su liderazgo para motivar y organizar la Europa de los 27.
A favor de Pablo Casado hay varias variables. Por un lado, las encuestas electorales, favorables a los populares,hacen que piense que es posible que su formación gane las próximas elecciones en España, lo que supondría ganar peso en el Partido Popular Europeo. Por otro lado, la renuncia de Manfred Weber a liderar la Eurocámara sitúa al popular Esteban González Pons –número dos del Partido Popular Europeo– en la contienda para ser el candidato de la formación para presidir el Parlamento Europeo. En caso de lograr ese asiento, Casado lograría algo histórico al colocar a uno de los suyos en lo más alto sin ni siquiera ser presidente de un estado miembro.
Otro de los factores a su favor es que forma parte del grupo político mayoritario en Europa. De hecho, a principios del mes de septiembre participó en una conferencia sobre el futuro de la cristiano democracia, en el que también participará el viceprimer ministro irlandés, Leo Varadkar así como la propia Angela Merkel o Manfred Weber. Además, en los últimos meses Casado ha viajado en varias ocasiones a Bruselas con el objetivo de potenciar su imagen en el exterior y adquirir una proyección internacional. También le han servido estos viajes para buscar la complicidad de sus homólogos europeos ante el intento de la coalición de poner en marcha la renovación del Consejo General del Poder Judicial a través de una reforma que la propia Unión Europea cuestionó.
Por otro lado, otra de las variables que le sitúan en una buena posición para liderar Europa es el apoyo que durante la celebración de la Convención de los populares está recibiendo de líderes europeos de diferentes países.
Al apoyo de Donald Tusk, hay que sumar en las próximas jornadas el soporte de ilustres como el ex presidente de la Comisión Europea y ex primer ministro de Portugal José Manuel Durao Barroso; el ex secretario general de la OTAN y ex primer ministro danés Fogh Rasmussen; el ex presidente francés Nicolas Sarkozy o el canciller de Austria, Sebastian Kurz.
Los futuros resultados electorales de Casado serán cruciales para apuntalar este liderazgo europeo. Con el resultado ajustado en Alemania, que deja al representante del partido de Merkel (CDU), Armin Laschet, fuera del Gobierno, las oportunidades para Casado son mayores. El año que viene habrá elecciones en Francia donde las posibilidades de los populares galos son ínfimas, y, después será el turno de España, y, quizás, llegue la hora de Casado.
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