Entrevista en La Sexta
Iván Redondo: “En las próximas elecciones votaré a Sánchez”
El que fuera jefe de Gabinete del presidente califica su relación como “sagrada” y asegura que “siguen en contacto”
Cinco meses después de abandonar La Moncloa, Iván Redondo reaparece. El hombre al que se le atribuyó la audacia de los movimientos más inteligentes en la retaguardia de Pedro Sánchez -como la moción de censura a Mariano Rajoy- y la autoría de los más controvertidos -como la repetición electoral- concede su primera entrevista a “Lo de Évole” en la Sexta para intentar separar el mito de la realidad. Una entrevista que encara la trastienda del poder, mostrando lo que hay detrás, precisamente, de una entrevista y cómo se prepara con el equipo, y en la que su protagonista busca afianzar su posición en la batalla por el relato que se disputó con el Gobierno, durante las semanas inmediatamente posteriores, por las circunstancias concretas de su salida. Redondo revela que esa misma mañana mantuvo una conversación “directa, sincera y muy humana con el presidente” que acabó con un apretón de manos. “Fue el momento más importante, habrá más, ya veremos en el futuro”, deja caer, entreabriendo un final incierto.
El que fuera mano derecha de Sánchez asegura que tenían una “relación sagrada” en la que tanto él como el presidente se dieron entrada en sus respectivas vidas personales, llegando a fraguar una relación de amistad. Hablaban entre ocho y doce veces al día. Una relación que se interrumpió abruptamente el 10 de julio, aunque Redondo reconoce que “sigue en contacto con el presidente” y que él sabe que está concediendo esta entrevista. Es más, asegura que “en las próximas elecciones, votaré a Pedro Sánchez”. No hay rencor en sus palabras. El que fuera jefe de Gabinete narra como trasladó su decisión de abandonar el Gobierno hasta en tres ocasiones; la última, el mismo martes 6 de julio, tras compartir una cena con dos amigos comunes de Sánchez que hacen esfuerzos para buscarle “encaje” en el Gobierno y que no se marche.
Mucho se ha hablado de las aspiraciones de Redondo. En un momento de la entrevista saca de su bolsillo dos piezas de ajedrez: un peón y una dama. El peón, asimilado al asesor, con movimientos cortos y reducidos; la dama, asimilada al líder, con “movimientos fantásticos y sin limitación de casillas”. “Lo único importante del peón es que, si llega a la casilla 8, puede transformarse en cualquier pieza, incluso en la dama. De esto va esta entrevista”, dice Redondo. ¿Tuvo la tentación de convertirse en dama? “No, responde, y el presidente lo sabe”. El ex jefe de Gabinete cuenta como Sánchez le ofreció en varias ocasiones ser ministro, la última tras las elecciones del 4 de mayo, y él lo rechazó porque “no me he visto en esa posición”.
Clave para entender sus últimas semanas en Moncloa se antoja, el libro de Toni Bolaño “Moncloa. Iván Redondo. La política o el arte de lo que no se ve” (Península), que aparece en varios momentos de la entrevista y que hilvana, a través de más de un centenar de testimonios, una aproximación a la persona que ha movido los hilos en la política española. Desde el Gobierno, pero también en sus campañas en País Vasco, Extremadura y Badalona. Una idea recorre tanto el programa de Évole como el libro de Bolaño, el asesor solo propone un marco al presidente y éste es quien decide y dispone. Redondo aprovecha también para pronunciarse sobre cuestiones controvertidas como su mala relación con Carmen Calvo, que se ocupa desde el primer momento de presentar como “marcos que se construyen, aunque tú no los buscas”. Asegura que “aprendió” mucho de ella y crisis como las del “relator” les unieron.
También habla de la moción de censura en Murcia. Un fiasco computable al partido (Lastra, Ábalos, Bolaños y Santos Cerdán) del que en un inicio se le quiso hacer partícipe, pero del que se enteró “24 horas antes”. “Para esa decisión no se quiso contar con mi opinión. Me sorprendió”, dice, restándose trascendencia. “Eso es una cuestión de partido, no de Moncloa. No soy tan importante para que se me informe”. Una importancia o fama de asesor audaz que dice que procuró rebajar y no alimentar, aunque la leyenda que va en paralelo apunte a lo contrario. En esa trastienda queda también el encuentro fallido entre Sánchez y Biden, que se vendió como una bilateral y quedó reducido a conversación de pasillo. Redondo solo apunta a calificar de “insuficiente” lo que se pretendía fuera una “toma de contacto” entre ambos líderes.
“No me voy a ir al PP”
Sobre su futuro, Redondo apunta colaboraciones en los medios, la vuelta a su actividad privada, asesorando empresas y a la docencia. En el horizonte no hay una vuelta a la política, al menos inmediata, y deja claro que “no me voy a ir al Partido Popular”, aunque ve a Casado con más posibilidades que a Díaz Ayuso. “Ya he salido del mejor lugar del mundo. El trabajo de mis sueños ya lo he cumplido”, asegura, sobre su paso por la Moncloa, y reconoce que, de pequeño, con 12 años, ya apuntaba maneras y les decía a sus amigos que su sueño era “dirigir el país”. Una aspiración, reconoce, un tanto “friki”.
Los momentos más tensos de la entrevista se han producido a cuenta de dos campañas con su sello: la campaña de abril de 2019, en la que el Gobierno alentó el miedo a Vox para movilizar a la izquierda, y el discurso de corte xenófobo que se utilizó en la de Xavier García Albiol para las elecciones de Badalona en 2017. Con todo, Redondo reivindica los tiempos líquidos, casi gaseosos, de la política y cómo los indultos, que parecía que tendrían un efecto devastador en el Gobierno han acabado siendo asumidos por la población sin los reparos iniciales. Desde su oráculo y mirando a Cataluña deja un último augurio: “No va a haber independencia ni autodeterminación, pero antes de 2030 se tienen que comenzar los trabajos para reformar la Constitución”. Un contexto en el que sí habrá un “referéndum” para conocer si los españoles quieren esa reforma y que el avanza que en un 70% serán favorables a la misma.
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