Fuerzas de Seguridad
Policías españoles denuncian la nula estrategia de seguridad del Gobierno de Sánchez
Salarios bajos, falta de medios materiales, formación interna o modificaciones legales que perjudican la seguridad son algunas de las quejas de los agentes en su Día Internacional
Parece una fecha más en el calendario, pero contiene un importante contenido para los ciudadanos, pese a que algunos de ellos y en puestos representativos, “pasan” sobre la conmemoración como si tal cosa. Cada 2 de enero, se celebra el Día Internacional del Policía, en homenaje a los funcionarios policiales en servicio y fallecidos en el cumplimiento de su deber con compromiso y dedicación, al velar por la seguridad ciudadana y el resguardo del orden público. Es la definición, pero cuánto esfuerzo personal, tanto sacrificio, siempre al servicio de los demás, se esconden detrás de la definición. Es verdad que nos acordamos de la Policía cuando la necesitamos, pero lo cierto es que está ahí, presente, a unos pocos minutos para socorrernos o ayudarnos a resolver un problema. Y, a cambio, ¿qué piden?. Apoyo oficial, legal y material y unas retribuciones dignas para sus familias.
Esta efeméride se originó en México, a raíz de los sucesos ocurridos el 2 de enero de 1927. Hubo un enfrentamiento entre reos del Penal de Andónegui en Tamaulipas (México), con una baja considerable de funcionarios policiales. En honor a ellos, se instituyó esta jornada, en especial en recuerdo de los agentes fallecidos en acto de servicio.
LA RAZÓN se ha puesto en contacto con los principales sindicatos españoles y aquí están sus respuestas a los problemas y necesidades que tienen planteados en este momento.
► Un portavoz de la Confederación Española de Policías (CEP) ha resumido en cinco puntos el asunto:
1.- Seguridad jurídica: se ha producido un deterioro de la seguridad jurídica de los policías, como consecuencia de tres factores que han erosionado o van a hacerlo el principio de autoridad en las intervenciones. Se ha hecho de espaldas a los policías y pondrá trabas muy considerables a nuestro trabajo y en la gestión operativa del orden público y de fenómenos violentos como los macrobotellones. De otra, los reiterados ataques al trabajo policial de determinados políticos, provocando un cuestionamiento reiterado del trabajo policial que no encuentra una defensa clara y firme desde el Ministerio del Interior ante esos duros insultos y difamaciones, de tal forma que quienes participan en esas campañas se sienten impunes porque atacar a la Policía y a sus casi 70.000 funcionarios no tiene consecuencia alguna. Finalmente, la negativa reiterada de Interior a cumplir con la ley que regula la Policía y que prevé la contratación de un seguro de responsabilidad civil para los agentes. Todo esto socava la legitimidad democrática del trabajo policial y su seguridad, que siempre está presidido por el principio de legalidad.
Problemas graves con los salarios
2.- Retribuciones: aunque el sueldo de los policías ha mejorado en el periodo 2018-2020, siguen existiendo problemas graves con los salarios que se perciben en determinadas zonas de España en las que el coste de vida es muy elevado.
3.- Zonas Especiales: venimos reclamando la puesta en marcha de un plan integral de actuaciones para los policías nacionales destinados en Cataluña, el Campo de Gibraltar (en sentido estricto y en toda la provincia de Cádiz) y la comunidad de Madrid. Son zonas en las que hay o bien una presión independentista que llega al acoso y señalamiento (Cataluña) o bien un impacto de la delincuencia y la criminalidad organizada que provocan que el trabajo policial necesite de incentivos para fomentar el arraigo de los agentes.
4.- Medios de Intervención: reclamamos que Interior no sólo se dedique a aprobar un Plan de Infraestructuras (como el que se puso en marcha en 2019 y se prolonga hasta 2025), sino que priorice las necesidades de medios materiales para las intervenciones de los policías, en las que la ausencia de planes ministeriales robustos es muy llamativa. Necesitamos actuaciones para compra de más chalecos antibalas, defensas extensibles, pistolas eléctricas, escudos balísticos, cascos de intervención, vehículos especiales para zonas conflictivas y mucha mayor inversión en unidades especiales como la UIP, UPR y los radiopatrullas, para los que CEP reclama un Plan exclusivo de mejoras en vehículos, uniformidad, armamento y medios de protección.
5.- Modernización de la formación y la carrera profesional: aquí llegamos seis años tarde al proyecto de constitución de una universidad en la Policía, que garantice que los agentes puedan seguir ascendiendo con las cualificaciones académicas necesarias. Interior se ha dormido en los laureles y ha permitido que este año miles de compañeros no hayan podido ascender por no tener el nivel académico necesario.
Déficit de personal
► Por su parte, un portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha señalado las siguientes cuestiones:
1.-Tenemos un déficit de personal por lo que es importante que a lo largo de los próximos años se vayan cubriendo esas plazas.
2.-Debemos materializar que se lleve a cabo el acuerdo histórico firmado en el año 2018 en donde falta por cumplir la cláusula 3 y 8 y en donde no reconocemos como buena la auditoría que se hizo en aquel momento y en el que es imprescindible que todos los policías por el mismo trabajo realizado cobren lo mismo.
3.-Estamos viviendo la sexta ola en plena pandemia mundial: es necesario seguir con el turno 6 x 6 , se trata de un turno estanco el cual permite dificultar la expansión del virus entre los diferentes turnos, ya que se tratan de turnos blindados entre ellos.
4.-Debido a las situaciones psicosociales que viven nuestros compañeros destinados en Cataluña y en el Campo de Gibraltar, es necesario que se declare a estos dos territorios zona de especial singularidad.
5-Hace un año el Gobierno compró pistolas taxer y defensas extensibles; es necesario que en el menor tiempo posible se dote de formación para su uso y se empiece a utilizar este tipo de armas que son intermedias y que en algunos casos puede llegar a salvar vidas.
6.-Respecto a la derogación de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, se ha creado una plataforma donde estamos una gran mayoría de policías nacionales, guardias civiles, policías autonómicos, policías locales, así como plataformas vecinales, manteniéndonos firmes ante cualquier modificación de este proyecto, ya que creemos que, conforme está en estos momentos, no protege a los encargados de defender la ley que son los agentes de autoridad. Con las modificaciones que quieren hacer nos quedaríamos sin la protección que los agentes deben tener.
Continuos ataques a la Policía
► Por su parte, el Sindicato Profesional de la Policía (SPP) subraya que “no se entiende que el apoyo institucional ante los continuos ataques recibidos por la Policía, como en el caso de las manifestaciones ocurridas en Madrid con el caso “Valtonic”, o con los distintos ataques recibidos por esta institución en determinados Parlamentos, sea tan escaso, por no decir nulo”.
“Tampoco se puede entender que el actual gobierno haya votado en contra recientemente de un proyecto de ley de retribuciones para las Fuerzas de Seguridad del Estado, que no pretende sino equiparar a todos los cuerpos de seguridad en sus emolumentos”, agrega.
“Es inquietante que, para realizar un proyecto de modificación de la Ley de Seguridad ciudadana, no se haya contado en ningún momento con los actores principales, que no son otros que las fuerzas y cuerpos de seguridad, cuya visión se me antoja fundamental para acometer una reforma que va a repercutir en todos y cada uno de los ciudadanos”, añade.
Por su parte JUPOL, insiste en las citadas reivindicaciones, aunque añade la de la jubilación:
1.- Equiparación salarial
2.- Reforma consensuada de la Ley de Seguridad Ciudadana
3.- Zona de especial singularidad en Cataluña y el Campo de Gibraltar
4.- Prorrogacion definitiva del turno de trabajo 6x6
5.- Jubilación a los 59 años sin pérdida de poder adquisitivo.
Al hacer un balance del año que acaba de terminar, el sindicato recuerda que , tras el confinamiento de la pandemia del COVID-19, “hemos vuelto a salir a las calles para reivindicar los derechos sociolaborales de todos los agentes de la Policía Nacional, en el que hemos seguido luchando sin descanso por la Equiparación Salarial real, total y absoluta de la Policía Nacional y la Guardia Civil con las policías autonómicas. Una reivindicación que ha marcado nuestro trabajo desde nuestra fundación y en la que nunca hemos cejado de la mano de JUSAPOL y de JUCIL. Desde JUPOL, bajo el paraguas de JUSAPOL, hemos llevado a cabo múltiples acciones en favor de la consecución de la equiparación salarial, tanto de forma reivindicativa en las calles como en el ámbito judicial y ante el Defensor del Pueblo. Medidas encaminadas a eliminar las cinco brechas que aún existen entre Policía Nacional y Guardia Civil y las policías autonómicas (salario, pagas extra, asistencia a juicios, jubilación y segunda actividad)”.
“Pero este año también ha sido un año convulso dentro de la Policía Nacional, en el que JUPOL, como sindicato mayoritario ha puesto encima de la mesa una gran cantidad de mejoras para la Policía Nacional y en el que hemos luchado por los derechos de todos los policías. Especialmente representativa ha sido la lucha por la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana planteada por el Gobierno, sin contar en ningún momento con los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y con la que se ha producido un ataque directo a todos los agentes a los que se deja a los pies de los caballos, sin medios y sin seguridad jurídica para poder garantizar la seguridad ciudadana”.
Subrayan qie es “una reforma con la que se ha conseguido por otro lado algo positivo, la unión de todas las fuerzas sindicales y asociaciones de la Policía Nacional, policías autonómicas y locales y Guardia Civil. Una unión que se pudo ver en la gran manifestación de Madrid del pasado 27 de noviembre, en la que todas las organizaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se unieron, sin logos ni personalismos, por un interés común tras la misma pancarta, para decir NO a la inseguridad ciudadana. Precisamente la reforma de esta Ley ha mostrado la falta de comunicación del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Un ministro que desde su toma de posesión solo ha sido capaz de reunirse una vez con el sindicato mayoritario de la Policía Nacional”.
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