Segunda cita

Segunda reunión negociadora en el CGPJ sin expectativas de renovar el Constitucional

Los comisionados conservadores no propondrán ningún candidato y no prevén una elección por separado

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos LesmesQuique GarcíaAgencia EFE

La renovación del Tribunal Constitucional (TC) por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vivirá hoy un nuevo capítulo con la segunda reunión que mantendrán los cinco vocales comisionados por los bloques conservador y progresista para poner nombre a sus dos candidatos para el tribunal de garantías. Pero como sucedió en el primer cara a cara del pasado viernes, el encuentro se celebrará sin ninguna expectativa de llegar a un acuerdo.

De la anterior reunión los tres vocales progresistas –Álvaro Cuesta, Roser Bach y Rafael Mozo– salieron con una lista de nueve candidatos, todos ellos magistrados del Tribunal Supremo (cuyos nombres hicieron públicos al término del encuentro), sobre los que no se espera que se pronuncien hoy los dos vocales conservadores, José Antonio Ballestero y Carmen Llombart.

Y es que, como sucedió en la anterior cita, los comisionados del bloque mayoritario acudirán a esta nueva reunión (la primera de forma presencial) sin ningún candidato que confrontar con los propuestos por sus compañeros en busca de un consenso del que depende que los dos magistrados elegidos a su vez por el Gobierno (cuya identidad todavía no se ha oficializado) completen la renovación que instaurará en el TC una mayoría progresista.

Se prevé “una reunión breve”

Respecto a la posibilidad de que, a la espera de que haya candidatos de uno y otro bloque, los interlocutores se pongan de acuerdo sobre uno de los propuestos por los negociadores progresistas, fuentes del sector mayoritario descartan esa posibilidad. «El consenso de logra alrededor de los dos candidatos», insisten.

Además, hacen hincapié, todavía no disponen de los currículos de los nueve nombres que ya han sacado a la palestra los comisionados del bloque progresista. Y es que una de las pocas cuestiones sobre las que sí hay consenso es que la designación se lleve a cabo tras una exhaustiva valoración de los méritos de los magistrados elegibles.

Sin un candidato conservador y sin la posibilidad tampoco de que los vocales desbrocen la lista de nueve candidatos progresistas, esas mismas fuentes no esconden que se espera «una reunión breve» centrada en «cuestiones metodológicas». Y dado que el primer encuentro apenas duró 45 minutos, éste podría prolongarse incluso menos tiempo.

Todos jueces del Supremo

Aunque en la primera cita no trasladaron a sus compañeros ningún nombre, tras la reunión los tres vocales progresistas si hicieron públicos sus nueve candidatos: José Manuel Bandrés, magistrado de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo y miembro fundador de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD); Eduardo Espín, magistrado de la Sala Tercera del TS; los también magistrados de la Sala de lo Contencioso del alto tribunal Rafael Fernández Valverde y Ángeles Huet; Jacobo López Barja, presidente de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo; Pablo Lucas, el magistrado del TS que se encarga de la supervisión judicial del Centro Nacional de Inteligencia (CNI); y las igualmente magistradas del Tribunal Supremo Isabel Perelló (Sala Tercera), María Luisa Segoviano (presidenta de la Sala de lo Social) y Rosa María Virolés (perteneciente también a la Sala Cuarta).

En el primer cara a cara (con la mayoría de los vocales interviniendo por videoconferencia), únicamente se acordó que los nombramientos se llevasen a cabo por «una amplia mayoría» (el Pleno deberá avalarlos por al menos 3/5 del número de miembros presentes) y que antes de esa selección se acometa una «minuciosa evaluación» de sus currículos.

También coincidieron en que los elegidos procederán del Tribunal Supremo, pero no en la necesidad de que –como defendieron sin éxito los vocales conservadores– se valore la repercusión de la designación en sus respectivos órganos jurisdiccionales para evitar agravar la situación que vive el alto tribunal, que ya acumula 14 vacantes (serán una veintena a final de año) ante la imposibilidad de que el Consejo del Poder Judicial pueda cubrir nombrar sustitutos mientras siga en funciones.