Evolución
El PSOE se desangra en su feudo clave
El partido ha perdido 26,1 puntos desde 2004, encadenando cinco castigos electorales consecutivos desde entonces
El año 2008 es significativo para el PSOE de Andalucía porque sufre el primero de los cinco últimos castigos electorales consecutivos. Desde entonces no ha dejado de descender en todas las convocatorias electorales en Andalucía. En 2008 se dio la circunstancia de que se hicieron coincidir las elecciones autonómicas con las generales. Fueron las últimas elecciones con Manuel Chaves como candidato y los socialistas andaluces retrocedieron dos puntos con respecto a las elecciones de 2004, mientras que los populares con Javier Arenas crecían en 6.8 puntos. El PSOE conseguirían su última mayoría absoluta, y Chaves lograría su sexta investidura consecutiva.
Cuatro años más tarde, los socialistas ya con José Antonio Griñán de cabeza de lista, sufren un nuevo tropiezo electoral, perdiendo 9,3 puntos y quedando en el 39,1% de los votos. El ganador de las elecciones es Javier Arenas, que logra el 40,3% de los votos. Pero el pacto entre el PSOE e IU bloquea la llegada de Arenas a la Junta. No obstante, Griñán aguantará solo 15 meses como presidente. La sombra de los ERE planea amenazante y Susana Díaz es investida presidenta. Adelantará a 2015 las elecciones.
Los comicios de 2015 vuelven a suponer un retroceso electoral para los socialistas andaluces, en esta ocasión pierden 3,7 puntos, pasando del 39,1% de 2012 al 35,4%. Nuevamente y por segunda vez consecutiva quedan sin mayoría absoluta lo que les fuerza a alcanzar pactos con Ciudadanos. Pero Susana Díaz no terminará la legislatura, Cs rompe el pacto con el PSOE y se adelantan las elecciones para 2018. En esta undécima legislatura, por cuarta vez consecutiva, los socialistas empeoran sus resultados. Las elecciones les dejan en el 27,9% de los votos, lo que supone una caída de 7,5 puntos con respecto a 2015. Por primera vez en 36 años pasan a la oposición. Juanma Moreno será presidente.
De nuevo asistimos a un adelanto electoral, el tercero desde 2012. Las elecciones autonómicas de junio de 2022 otorgan la primera mayoría absoluta al PP andaluz. Moreno inicia su segunda legislatura. En el terreno socialista, con Juan Espadas como candidato, las cosas han vuelto a empeorar, caen 3,8 puntos con respecto a 2018, quedando en el 24,1%, el peor resultado en Andalucía. Hasta 2015, la izquierda había sido dominante en la región, la suma del PSOE y el resto de formaciones de izquierda superaba con creces a las derechas. Pero en 2018 se produce el gran vuelco electoral, las derechas suman la mayoría y superan en 5,9 puntos porcentuales a las izquierdas. Por lo tanto 2018 es el punto de inflexión que marca el cambio de ciclo electoral en la comunidad autónoma y que se acentuará en las elecciones de 2022, con un 59,9% de votos a los partidos de las derechas, frente a tan solo el 36,4% que recibirán las formaciones de izquierdas.
El factor decisivo fue la bajada de la participación. En una autonomía en la que la participación se había situado en una media del 67,6% en las diez elecciones habidas entre 1982 y 2015, súbitamente cae al 56.6% el domingo 2 de diciembre de 2018. El PSOE perdió ese día 400.389 votantes e IU otros 280.610. El conjunto de la izquierda redujo sus votantes en 680.999 en comparación con 2015. Mientras que la abstención crecía en 405.770 y las derechas subían en 354.753 electores. No es difícil deducir que los votantes de la izquierda que dejaron de votar al PSOE y a IU, se repartieron mayoritariamente entre la abstención y el voto a la derecha.
En las siguientes elecciones, las de junio de 2022, continuó este ciclo e incluso se incrementó; el PSOE obtuvo 527.571 votantes menos que en 2015 y la antigua coalición de izquierdas Adelante, ahora fragmentada, reducía sus votantes en 416.901 con relación a 2015. En conjunto la izquierda andaluza vio reducido su electorado entre 2015 y 2022 en 944.472 votantes. No todos los ex votantes de la izquierda marcharon a la abstención, pues ésta creció en este periodo 2015/2022 en 491.450 individuos, por lo que la abstención recibiría la mitad de los ex votantes de la izquierda, la otra mitad marchó a las derechas, que crecieron en 743.211 votantes.
También en Cataluña
Este fenómeno de caída repentina del voto al Partido Socialista ya se registró en 2010 en Cataluña, tras dos gobiernos del tripartito, de connivencia del PSC con ERC e Iniciativa por Cataluña, el electorado socialista catalán castigó al PSC. Entre 2003 y 2010 perdieron 461.000 votantes. La experiencia con los independentista le costó muy cara al PSC, tanto que a fecha de hoy sigue sin recuperar casi cuatrocientos mil votantes. Las elecciones andaluzas de diciembre de 2018 se celebraron a la sombra de la moción de censura destructiva de junio que aceptaba a EH Bildu y a ERC como asociados del PSOE. Los graneros históricos del PSOE se vacían por su alejamiento de la Constitución y aceptar el chantaje de los separatistas.
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