PSOE

Alcaldes a dos vueltas

La estrategia del líder popular es intentar contrastar con lo que se percibe como sometimiento del Gobierno al independentismo catalán

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez FeijóoEduardo ParraEuropa Press

Feijóo ha decidido reforzar su perfil con propuestas de tipo político porque las que ha hecho sobre economía, como rebajar el IVA, las ha aprovechado el Gobierno mejor que él. Puede parecer que una reforma de la Ley electoral, que dé los gobiernos municipales a la lista más votada, está muy lejos de las prioridades que tienen los electores y, por tanto, le puede aportar pocos votos.

Además, no es la primera vez que el PP lo propone. Cada vez que ha habido elecciones municipales y autonómicas lo ha sacado a la palestra, e incluso lo ha llegado a incorporar a los programas electorales. En esta ocasión, la novedad no es que Feijóo tema perder localidades importantes en las municipales, ni siquiera que tenga el deseo de afear a Sánchez que, llegado el momento, pueda seguir en la Moncloa sin ser el partido más votado, como cuando llegó con la moción de censura.

La estrategia del líder popular es intentar contrastar con lo que se percibe como sometimiento del Gobierno al independentismo catalán. En la cumbre hispano-francesa, Aragonès le dio un recado al oído a Sánchez: si el PSC no aprueba los presupuestos de la Generalitat “habrá consecuencias”. No está claro si tales consecuencias consistirán en dejar al PSOE en minoría en las Cortes, en agitar la cuestión catalana o en provocar un anticipo electoral, lo único que se evidenció es una suerte de chantaje.

La crisis de Castilla y León le ha servido al líder popular para detectar un hueco con el que atacar a Sánchez, consistente en mostrar fortaleza frente a sus socios y proponer cambios legislativos que, aunque pueden ser tachados de vuelta al bipartidismo, supongan un mayor margen de estabilidad gubernamental.

La propuesta no ha sido concretada. Una reforma de la Ley electoral semejante es muy complicada y necesitaría un consenso prácticamente imposible en este momento. Además, habría que establecer dos vueltas en las votaciones y ello supondría aumentar aún más los periodos electorales ya de por sí múltiples en un estado como el español.

Sin embargo, abrir el debate tiene más beneficios que perjuicios para el gallego. Una negativa en banda de Sánchez le sitúa aún más bajo el poder de podemistas, regionalistas e independentistas, aunque si se recorre municipio a municipio y todos los parlamentos autonómicos, el saldo que arrojaría para el PP y para el PSOE sería similar a la situación actual.