Encuesta NC REPORT

El 78,8 por ciento de los votantes socialistas rechaza la amnistía

Siete de cada diez encuestados censuran que el PSOE negocie con un prófugo para seguir en Moncloa

Encuesta NC REPORT 24 septiembre
Encuesta NC REPORT 24 septiembreTania NietoLA RAZÓN

Hay un malestar general con todo lo que rodea a la negociación entre el PSOE, Junts y ERC de cara a una investidura del presidente en funciones Pedro Sánchez. El descontento, trasciende no solo en la esfera política – con el rechazo del PP y Vox y con las advertencias incluidas del viejo socialismo– sino que también llega de la calle, como se puso de manifiesto ayer en la manifestación en Madrid al grito de «Puigdemont a prisión».

El clamor general es de rechazo a la amnistía. Y es que la posibilidad de que el líder socialista, Pedro Sánchez, ceda para tramitar una ley de amnistía para lograr el voto a favor de Junts en su investidura no convence al electorado, ni tampoco a los votantes socialistas. Ayer Pedro Sánchez insistió en el marco de la Constitución para negociar con los partidos independentistas, pero es un discurso que ya no convence a la sociedad. Aproximadamente ocho de cada diez de sus votantes (el 78,8%) rechazan la idea de que el PSOE pueda acceder a tal exigencia para continuar en Moncloa.Según la encuesta de NC Report para LA RAZÓN, el 82,3% de los encuestados también lo censuran.Ni los más jóvenes ni los más mayores lo respaldan, siendo los de más de 55 años los que lo advierten con más contundencia, en un 88,4 de los casos. En el PP y en Vox, la queja contra la medida es unánime, mientras que, en Sumar, aunque la mayoría del electorado lo rechaza, hasta un 28,4 lo vería bien si finalmente la amnistía fuese condición necesaria para formar gobierno.

Que este asunto que supondría borrar el delito de los líderes independentistas, su responsabilidad en el 1 de octubre, forme parte de la negociación política no le parece legítimo al 57,6 por ciento de los encuestados. Son los votantes del PP y de Vox los que peor lo ven, en un 79,9% de los casos y en un 89,7%, respectivamente. Sin embargo, ni los electores socialistas ni los de Sumar lo ven mal.

Tampoco convence generalmente el hecho de que el presidente del Gobierno negocie con el expresident fugado de la Justicia, Carles Puigdemont. Así lo refleja el 70,1 por ciento de los encuestados. Los votantes socialistas acuden divididos a esta secuencia, ya que lo aprueban en casi un 50% de los casos y un 47,1% lo rechaza. El partido de la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, sin embargo, apoya que los socialistas hablen con Junts para seguir en el Gobierno. Precisamente, la líder de Sumar se desplazó a Waterloo a principios de septiembre para reunirse con Puigdemont. Un movimiento que no gustó en las filas socialistas, quienes tratan de minimizar la influencia de Díaz en las negociaciones para la investidura. De hecho, el 62,6 por ciento de los encuestados no vio con buenos ojos esa reunión para desencallar las negociaciones. Entre los socialistas, hasta un 35,3% lo reprueba, aunque hay un 55,3% no tiene objeciones. El electorado de PP y Vox muestra su malestar total con esa cita, y el de Díaz, lógicamente, lo avala en un 87,6 por ciento de los casos, aunque destaca un 12,4 por ciento que no está de acuerdo.

Otra de las metas de ERC y Junts en esta legislatura es la de celebrar una consulta de autodeterminación en Cataluña, una vez se aseguren la tramitación de una ley de amnistía. El referéndum es una de las cuestiones que los socialistas niegan que vaya a sucederse en España, pero también lo era la amnistía, antes de las elecciones generales. Miembros del Gobierno rechazan tajantemente cumplir con esta exigencia de los independentistas y aseguran que todo lo negociado se hará «dentro de la Constitución». Un 70,6% del electorado ya avisa a Pedro Sánchez de que no está de acuerdo con esta exigencia de los independentistas. Así se lo avisa al PSOE el 55,3% de su electorado, de cara a una hipotética investidura. El enfado en este sentido es total en el PP y Vox. Los afines a Sumar sí estarían de acuerdo en un 68% de los casos en ceder a ERC y Junts.

Que la gobernabilidad de España dependa de un prófugo de la justicia no es apoyado por un 66,7 por ciento de los encuestados. Solo un 32,3% confiesa no sentirse preocupado ante la posibilidad de que un ejecutivo de PSOE y Sumar se encuentre supeditado a las órdenes de un partido que convocó un referéndum de autodeterminación y que no muestra arrepentimiento de ello. Casi el 60% del electorado más joven confiesa estar preocupado ante esta situación. Por electorados, lo rechazan casi el 100 por cien del electorado de PP y Vox. Discrepancia en el electorado socialista, un 52,3 por ciento no se siente preocupado por este extremo, mientras que un 44,2% tendría reparos. Al votante de Sumar no le quitaría el sueño el hecho de que el Ejecutivo tenga que depender de Carles Puigdemont para gobernar.

Esta hipotética amnistía, que ha sido calificada esta semana como la «condena de la democracia» por parte del propio Alfonso Guerra o como un modo de «poner a la venta España», según el PP, debilitaría las instituciones para el 61,3 por ciento de los encuestados. Quienes apoyan a Feijóo y Santiago Abascal lo rechazan de manera contundente. Vuelven a ser los afines a Sánchez y Díaz los menos tajantes con esta afirmación. Para casi otro 60 por ciento, la amnistía pondría en riesgo el sistema constitucional. A parte de PP y Vox, un 35,3% del elector socialista así lo deja claro, aunque casi el 60% rebaja ese peligro.

Una amnistía afectaría al estado de derecho para un 65,9% de los preguntados según la encuesta, mientras que un 28,7 por ciento no ve ese peligro. Un 42,4 del votante socialista ya advierte de ello, pero es mayor quien no se lo plantea, hasta un 52,9%. Son los afines a Yolanda Díaz quien menos inquietos están cuando se les pregunta por el riesgo del principio de gobernanza, según lo refleja el 71,2 por ciento.

A pesar de que, en general, no hay mimbres entre los electores para apoyar una negociación del PSOE con Junts, por las condiciones de los separatistas, los electores no cambiarían su voto si pudiesen retroceder en el tiempo, aunque PSOE y Sumar hubiesen llevado en su programa electoral por escrito el planteamiento de elaborar una ley de amnistía para los líderes responsables del 1-0 y que fueron condenados por ello. El 88,1 por ciento del elector así lo refrenda, mientras que solo un 8,7% sí habría cambiado su voto. A pesar del descontento socialista con la amnistía, el 83,5% de los simpatizantes de Pedro Sánchez le votarían igual y el 95,2% de los correligionarios de Yolanda Díaz. Los apoyos del Partido Popular y de Vox, lógicamente, no habrían repensado su voto de saber ciertamente que PSOE y Sumar apostasen firmemente por la amnistía como una vía válida para solucionar el conficto independentista en Cataluña.