Dejadez
Abandono total de los policías nacionales por parte de Marlaska y de la Dirección General de la Policía
La situación es tan crítica que el colapso de las cajas pagadoras impide pagar facturas de agua, gas o reparaciones en las comisarías
"Situación límite". Así se encuentran las plantillas de la Policía Nacional de toda España a consecuencia del "colapso generalizado de las cajas pagadoras". Se trata de "un problema estructural, previsible y absolutamente inaceptable que está afectando de forma directa e intolerable a las condiciones laborales de miles de agentes", denuncian desde el sindicato policial Jupol.
Y es que, según explican, la situación ha alcanzado un punto crítico. No solo se han suspendido los adelantos de dietas, fundamentales para el funcionamiento operativo de los desplazamientos, sino que la falta de fondos está provocando que no se puedan pagar facturas básicas de funcionamiento diario de las comisarías, tales como reparaciones urgentes, suministros de luz y gas o las reparaciones de los vehículos oficiales.
Uno de los efectos más graves y visibles de esta "dejadez institucional" es la paralización total del mantenimiento de los sistemas de climatización. "En plena ola de calor, y con temperaturas que superan los 35 grados en el interior de muchas dependencias policiales, la Dirección General de la Policía no ha sido capaz de garantizar unas condiciones mínimas de habitabilidad para los trabajadores", vulnerando de forma flagrante, a su entender, la legislación estatal en materia de prevención de riesgos laborales y el Estatuto Básico del Empleado Público.
Dinero para todo, menos para policías
Desde Jupol denuncian que esta alarmante falta de previsión y planificación no es una circunstancia sobrevenida, sino la consecuencia directa de años de abandono, descoordinación y desinterés por parte de la Dirección General de la Policía (DGP) y del Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska. "Ambos organismos conocían de antemano las limitaciones presupuestarias y operativas de las cajas pagadoras, y no han hecho absolutamente nada para anticiparse al problema o para establecer mecanismos de emergencia que eviten este escenario de colapso", aseveran.
"La DGP ha fracasado estrepitosamente en su responsabilidad de garantizar el funcionamiento básico del servicio policial. Es indignante que, en España, en pleno siglo XXI los policías nacionales tengan que trabajar en condiciones propias de países en vías de desarrollo o de épocas pasadas", ha declarado Ibón Domínguez, portavoz nacional de este sindicato.
Lo más indignante de todo esto, afirman desde el sindicato, es que "aquí hay dinero para todo, menos para los policías. Hay dinero para mordidas, para comisiones, para gastos superfluos, para campañas de propaganda, incluso para señoritas de compañía o 'fontaneros', pero cuando se trata de garantizar que un agente pueda comer y dormir en condiciones dignas durante un servicio fuera de su destino, o que una comisaría no se convierta en un horno a 40 grados, entonces no hay dinero".
Humillación a los agentes
Desde la Dirección General de la Policía "tiran de lo de siempre": que como no hay Presupuestos Generales del Estado, todo está paralizado y están en guerra constante con Hacienda. Para Jupol esto no es más que una muestra de la falta de liderazgo político y la improvisación permanente, que están generando un verdadero desgobierno, cuyas consecuencias afectan de lleno a los agentes. Porque muchas comisarías no pueden ni pagar la luz, ni afrontar reparaciones básicas, ni mantener los servicios mínimos operativos.
El sindicato considera que esta situación es una "humillación a la dignidad profesional de los agentes" y exige una intervención inmediata del Ministerio del Interior, con una inyección urgente de fondos, así como la revisión completa del sistema de cajas pagadoras, su dotación presupuestaria y los protocolos de actuación en situaciones extraordinarias.
Además, Jupol anuncia que valorará acciones legales y movilizaciones a nivel nacional, si no se revierte de forma inmediata este abandono institucional y se restablecen unas condiciones mínimas de trabajo para los policías. "Los agentes no pueden seguir siendo tratados como trabajadores de segunda categoría. Basta ya de excusas, de improvisaciones y de negligencia", advierten.