
Casa Real
La Reina visita a los vivos en la Ciudad de los Muertos
Doña Letizia acude a conocer un proyecto español en la antigua necrópolis de El Cairo, en la que se hacina un millón y medio de egipcios

La Reina ha visitado esta mañana uno de los lugares más deprimidos de El Cairo. Tanto, que no tiene ni callejero. Es la antigua necrópolis, una extensión de apenas ocho kilómetros cuadrados en la que los vivos conviven, literalmente, con los muertos.
El ambiente en esta ciudad dentro de otra ciudad está a medio camino entre un cementerio mexicano el Día de los Muertos y el angosto campo de refugiados beirutí de Sabra y Chatila. Aquí nadie es propietario de la tumba que le aloja: o la ocupan directamente o se encargan de cuidarla a cambio de que les permitan habitarla.
Algunas mujeres se han asomado con recato a las ventanas para ver la llegada de Doña Letizia, vestida en tonos claros y con unos pendientes geométricos elaborados por las mujeres de un taller cercano (y que alguien se encargó de comprar con antelación).
Que Doña Letizia haya acudido a este barrio, en el que no se aventuran ni los taxis, horas después de cenar con el Rey frente a las pirámides de Guiza, es toda una declaración de intenciones. En esta comunidad de parias, conocida entre los cairotas como Al Arafa (El Cementerio), de más de 1.000 años de historia, están enterrados grandes artistas, escritores y políticos.
Por sus calles pasaron Saladino, Qaitbay, Napoleón o Lawrence. El escritor Juan Goytisolo también recorrió esta suerte de museo arquitectónico de la muerte, que incluye desde el estilo fatimí y mameluco del siglo XII hasta el art deco arabesco del siglo XX. De su atmósfera dijo que parecía que "la absoluta igualdad de los hombres frente a la muerte hubiera abolido las odiosas barreras del poder y la riqueza con su elemental y desnuda simplicidad".
En el corazón de este lugar único en el mundo, la Reina ha inaugurado una exposición de fotografía a cuatro manos entre una artista española, Laura Silleras, y uno egipcio, Mohamed Mahdy. Un proyecto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrolo (AECID), dotado con 150.000 euros de presupuesto, cque ontribuye a restar estigma a los que no tienen otro lugar donde vivir y que Doña Letizia ha puesto hoy en el mapa.
No hay que olvidar que para el régimen egipcio, la cooperación no existe. De hecho, el acuerdo que debían firmar ayer Felipe VI y el presidente Al Sisi se ha colado en el foro económico de esta mañana para que pase lo más inadvertido posible. Ellos prefieren hablar de "colaboración".
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