Elecciones generales
Moncloa no prevé adelanto electoral
Espera que la coalición PSOE-Podemos se retrate y refuerce al PP en las urnas.
Moncloa sigue trabajando sobre el escenario de que el presidente del Gobierno cumpla con la afirmación que ha mantenido hasta ahora de que su intención es que las elecciones generales se celebren cuando tocan, lo que llevaría al mes de noviembre. Hasta que Rajoy confirme oficialmente su decisión, la situación obliga a dejar abiertos todos los escenarios y a analizar también las dificultades de una campaña de las elecciones generales que arranque marcada por el mal resultado que temen que el PP obtenga en las autonómicas catalanas. Ahora bien, la complicación del escenario catalán también puede servir al PP como revulsivo a nivel nacional por la contundencia de su discurso en defensa de la unidad de España.
No obstante, en el PP admiten que un batacazo en Cataluña no es la mejor manera de iniciar la campaña de unas generales y que conviene valorar la posibilidad de cortar una posible recuperación del PSOE bajo el impulso de sus nuevos gobiernos autonómicos. Aunque igual que se maneja esta hipótesis, se considera la contraria, la de que los pactos del PSOE con Podemos puedan reforzar las opciones del PP al servir como acicate movilizador de su electorado y como instrumento de desgaste entre los votantes socialistas más de centro. Agotar también tendría como objetivo conseguir que dé más tiempo a rentabilizar la recuperación económica y asentar entre los ciudadanos la imagen de que Rajoy es un presidente previsible, que garantiza la estabilidad y que no maneja la fecha de las elecciones por interés partidista. A la espera de que Rajoy anuncie su decisión, los nuevos portavoces del PP contribuyeron ayer a consolidar la idea de que no habrá adelanto electoral. La decisión final no está aún tomada, pero tanto el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, como el de Sectorial, Javier Maroto, se inclinaron por alimentar la hipótesis de que no habrá sorpresas. Casado apuntó que si las elecciones son a final de año, los Gobiernos del PSOE y Podemos se habrán retratado y se habrán desgastado con sus primeras decisiones. Mientras que Maroto sostuvo que no baraja que se altere el calendario previsto.
Desde Génova sentenciaron, al respecto, que la fecha de las elecciones no debe estar sometida «a conveniencia u oportunismos», sino que tiene que fijarse en función de los compromisos pendientes del Gobierno. «Creo que no va a haber sorpresas en este ámbito porque la decisión de una convocatoria electoral no debe estar sometida a la conveniencia o al oportunismo que pueda haber en relación con otras fechas que puedan estar marcadas en la agenda, como las elecciones catalanas, sino que tiene que ser determinada por los compromisos que tiene el Gobierno, que tiene todavía muchas cuestiones pendientes», puntualizó Maroto.
El presidente del Gobierno tiene que decidir antes qué hace con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo ejercicio. Si los presenta cuando toca, en septiembre, aunque no dé tiempo a tramitarlos parlamentariamente, o si fuerza la máquina de las Cortes en verano para que queden aprobados antes de que se disuelva la Legislatura. Un proyecto que quedaría en herencia para el siguiente Ejecutivo. Esta decisión va ligada a la de la fecha de las elecciones. En Moncloa sostienen que las dos opciones tienen ventajas e inconvenientes, pero que son asumibles, y que, por tanto, la decisión está totalmente en manos de Rajoy. De momento, la fijación por parte del Consejo de Ministros del techo de gasto, primer paso para poner en marcha oficialmente los Presupuestos, prevista para este viernes se vuelve a retrasar otra semana porque los nuevos Gobiernos autonómicos han pedido más tiempo para la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. En Moncloa son más los que creen que los PGE no se llegarán a tramitar en las Cortes, pero hablan bajo la cautela de que Rajoy no les ha comunicado su decisión.
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