Papel

Alepo, tierra de nadie y de todos

La Razón
La RazónLa Razón

La ciudad de Alepo, donde fueron vistos por última vez los periodistas españoles, es sin duda una de las zonas más peligrosas del mundo. A la acción del Ejército sirio hay que unir la de varias facciones terroristas enfrentadas, entre las que destacan el DAESH, el llamado Estado Islámico, y el Frente al Nusra, que sigue las consignas de Al Qaeda. En definitiva es el frente de batalla en el que dirimen sus diferencias los dos líderes del yihadismo mundial: Ayman Al Zawahiri, de Al Qaeda Central (AQC), y Abu Bark al Bagdadi, del Estado Islámico (EI).

Alepo, la tierra natal de Mustafa Setmarian, Abu Musad Al Shuri, un hispanosirio ideólogo de AQC, es hoy un montón de ruinas después de los intensos combates. Con una cárcel en la que estaban presos numerosos yihadistas (se dice que entre ellos Mustafá Setmarian), era una de las piezas que los islamistas querían arrebatar a toda costa a las autoridades sirias. Mientras estuvieron unidos, las cosas no les fueron del todo mal, pero surgió la gran escisión, la creación del Estado Islámico para la formación del gran «califato». El actual Estado Islámico hace su aparición en 2004 bajo la denominación de Al Qaeda en Irak (AQI), en el Irak de la era post Sadam Husein, pasando a cambiar su

denominación en octubre de 2006 por la de Estado Islámico de Irak (ISI) con la finalidad de aglutinar a la insurgencia del país en torno a una causa de liberación nacional islámica.

Hasta el año 2013, su formación como grupo terrorista venía supeditada a su adhesión formal e ideológica a AQC, defendiendo la utilización de la violencia, los secuestros y los asesinatos para la consecución de sus fines políticoreligiosos, así como la expulsión de los occidentales y no musulmanes de los territorios que controlan. Su nivel de atentados indiscriminados era de tal calibre que los máximos dirigentes de AQC se plantearon por entonces un cierto distanciamiento con la filial de Irak, debido a la mala imagen que generaba estas acciones tan violentas.

Cuando comenzó la revolución siria, los miembros del Estado Islámico de Irak (ISI), liderados por Abu Bakr Al Bagdadi, llegaron a un acuerdo colectivo para enviar a Siria yihadistas de nacionalidad siria que en ese momento se encontraban combatiendo en Irak, así como a iraquíes expertos en guerra de guerrillas con tareas de formación. Así surgió el Frente al Nusra, formado por varios centenares de combatientes sirios e iraquíes dirigidos por Abu Mohamed Al Golani. A principios de 2012, Abu Bakr Al Bagdadi, líder del grupo terrorista ISI, consideraba a Golani como su subordinado y con el deber de obedecerle. Entonces, Bagdadi dio a conocer unilateralmente la creación de la marca «Estado Islámico de Irak y Levante» (ISIL), que estaría formado por el Estado Islámico de Irak y el Frente al Nusra, liderados por Abu Bakr. Al día siguiente, Golani emitió un comunicado desmarcándose del anterior y asegurando que este grupo terrorista continuaba con su denominación y objetivos, así como que rendiría obediencia únicamente al líder de AQC. Era el comienzo del avispero en que se ha convertido no sólo Alepo, sino toda la zona. La supremacía del EI es evidente, por lo que no se pueden descartar acciones relevantes, como secuestros, por parte de los otros grupos.