Elecciones generales

Aznar cuestiona la política de Rajoy y Moncloa enmienda sus reproches

Critica el parón de las reformas, la deuda y el déficit. Santamaría replica que el Gobierno sí cumple y que la deuda es del PSOE

El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar
El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznarlarazon

Critica el parón de las reformas, la deuda y el déficit. Santamaría replica que el Gobierno sí cumple y que la deuda es del PSOE

El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, y el ex presidente del Gobierno José María Aznar se cruzaron ayer en el foro de Economistas celebrado en el CaixaForum.

Unos minutos evitaron que tuvieran que forzar un saludo que a ninguno de los dos, posiblemente, hubiera apetecido. El distanciamiento de Aznar con el Gobierno en funciones viene de lejos, pero el último roce ha sido la filtración de los datos fiscales del ex presidente, que sirvieron para conocer la multa que le había puesto Hacienda, y que Aznar ha llevado a los tribunales.

No hubo saludo, no hubo oportunidad de medir ahí las discrepancias. Pero sí en el discurso, aunque Aznar no citó en ningún momento a Mariano Rajoy. Tampoco hizo ningún elogio a la política que ha seguido el Gobierno del PP para superar la recesión económica y volver al crecimiento y a la creación de empleo, como reza uno de los lemas de campaña de los populares. Y como Montoro había intervenido antes, la respuesta a los dardos del ex presidente la dio la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros.

Aznar repartió enmiendas a la política del Gobierno y presentó sus propias soluciones, que se enmarcan dentro de lo que se hizo en su mandato, entre 1996 y 2004. Así, el presidente de FAES cuestionó que no se cumpla con el déficit, «un error muy grave, político y económico», mientras que Rajoy pelea en Bruselas a favor de que se flexibilicen los objetivos impuestos a España. Aznar, incluso pese al momento electoral, asegura que lo que hay que hacer es lo contrario, no flexibilizar esos objetivos y aplicar más recortes del gasto público, y sustituirlos por «gasto e inversión privada». Su receta es acelerar el proceso de consolidación fiscal en un contexto en el que el déficit tendría que haber sido del 4,2% del PIB y superó el 5%, por lo que España se enfrenta a una posible multa de la Comisión Europea que podría alcanzar los 2.200 millones de euros.

El ex presidente también criticó que se haya bajado la presión en las reformas que necesita, a su juicio, España. Nos encontramos en «un parón reformista», y mantenerlo sería un «error histórico». Y en los reproches al Gobierno de su partido también incluyó que haya permitido que la deuda alcance cuotas tan altas porque cuando un país permite que su deuda supere el cien por cien de su PIB, como ha oficializado España esta semana, entra en una secuencia de problemas de la que «es muy difícil salir».

«Hay que volver a tomar en serio la disciplina y las reformas. La presunta incompatibilidad entre disciplina y crecimiento económico es un debate ideológico, no económico, y avivado por las posiciones de alguna izquierda europea», argumentó, informa Efe.

La vicepresidenta tampoco le mencionó, pero fue contundente en la réplica. La reducción del déficit tiene que ser compatible con crecer y crear empleo, y van a seguir cumpliendo con sus compromisos. Negó que el Gobierno haya renunciado a cumplir con los objetivos de consolidación fiscal, incidiendo en que hay que valorar qué se encontró el PP al llegar al poder en lo que afecta a la herencia socialista de desequilibrio de las cuentas públicas. En cuanto a la deuda, contestó a Aznar que desde que Rajoy llegó a La Moncloa, el pasivo de las administraciones públicas se ha incrementado en casi 350.000 millones de euros, lo que ha llevado a superar el umbral del cien por cien del PIB. Y esa deuda «ya existía» y durante su Legislatura solamente ha aflorado, por ejemplo con la transparencia del Plan de Proveedores.

Por último, sobre los ajustes y reformas, Sáenz de Santamaría también defendió la gestión del Gobierno de Rajoy, resaltando que incluso en funciones ha aprobado un recorte de 8.000 millones de euros, que servirá para reducir el déficit estructural. La mitad es obligación de las comunidades.