Recepción real, «manifa» estival

Felipe VI y Letizia se reunieron con la sociedad civil en La Almudaina mientras fuera se enfrentaban una multitudinaria marcha de respaldo y una treintena de independentistas.

Las audiencias en la Almudaina suelen ser tranquilas y en el Patio del León, engalanado con los reposteros, apenas se cuelan los habituales "vivas"y aplausos a los Reyes de los mallorquines que esperan fuera para recibirles. Sin embargo, ayer fue distinto. Hora y media antes de la audiencia a las autoridades de la isla, en el centro de Palma arrancaban varias manifestaciones simultáneas de diferente signo que buscaban hacerse oír ante la llegada de Don Felipe y Doña Letizia. Y así sucedió, cuando los reyes, acompañados de Doña Sofía, llegaron al recinto pasadas las ocho y media de la tarde. A los manifestantes a favor de la monarquía -varios centenares con banderas, megáfono y tambores- se les escuchaba por abrumadora mayoría frente a la treintena de convocados por independentistas y republicanos -con esteladas y lazos amarillos a cuestas-, ante la mirada sorprendida de los turistas y un reforzado cordón policial.

Sin dar importancia a lo que sucedía fuera, uno a uno fueron recibiendo en el patio a los más de 450 invitados del ámbito político, empresarial, académico de las islas, con la presidenta regional Francina Armengol, al frente. Entre los más retratados por los fotógrafos, el presidente balear del PP, Biel Company, el cantautor Jaume Anglada y el obispo de Mallorca, Sebastiá Taltavull.

En la lista de ausentes, el presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell -tras sus polémicas declaraciones sobre el papel del rey en la crisis catalana- , así como el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat. Los dos justificaron su ausencia por tener programados sendos viajes de vacaciones. El alcalde mallorquín, Antoni Noguera, de la coalición de izquierdas Més per Mallorca, que sí participó el pasado lunes en la ronda habitual de audiencias, sí plantó ayer al monarca. ¿El motivo? Més acordó que ninguno de sus miembros acudiría al acto por "convicción republicana y democrática". En esta misma línea, el portavoz balear de Podemos, Alberto Jarabo, también argumentó su ausencia a través de una carta por "la distancia ideológica"y "el conocimiento de hechos graves que empañan a la monarquía".

La tranquilidad de la recepción contrastaba con el ambiente festivo del exterior.

Por un lado, en la explanada al lado de la izquierda de la catedral, los ciudadanos movilizados por Sociedad Cívica Balear, con el respaldo de ACTÚA Baleares-VOX, para apoyar la monarquía y reivindicar "una sociedad moderna, tolerante y respetuosa con el actual marco constitucional, así como el apoyo a la cultura y la idiosincrasia de Baleares". Al grito de "Somos Baleares, no catalanes"y vivas a la Policía Nacional, abuchearon a Armengol y corearon consignas contra el presidente del Parlament: "Picornell: dimisión, aprende español".

En el lado izquierdo de la Seu, los independentistas de Assemblea Soberanista de Mallorca se concentraban, en boca de sus organizadores, para apoyar a "los presos y exiliados políticos", reclamar "el derecho a decidir"y reivindicar el museo Saridakis en Marivent.