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Decisión

Compromís recula: no deja Sumar, pero exige más poder

Tras amagar con abandonar Sumar, la formación de Díaz pide "reevaluar" la coalición

Los portavoces de Compromís Àgueda Micó y Alberto Ibáñez tras la reunión en la que la Ejecutiva de Compromís ha ratificado en la mañana de este viernes el acuerdo de la coalición con Sumar Efe

El nivel de agotamiento con el que sale Sumar de su última batalla da cuenta del estado de descomposición en el que se encuentra actualmente el socio minoritario de Moncloa. En sus dos años de vida, sus múltiples crisis evidencian la precariedad del proyecto político que se puso en marcha para sustituir a Podemos.

La última crisis que atraviesa la formación se debe a la amenaza de Compromís de abandonar la coalición parlamentaria. La discusión de fondo, es el hecho de que Sumar haya vetado la posibilidad de que Pedro Sánchez comparezca en la comisión de investigación para depurar responsabilidades ante la Dana. Tras una última reunión de Compromís, que ha durado tres horas, el partido ha decidido mantener su propuesta de comparecencia del presidente del Gobierno en la citada comisión y «reevaluar el pacto con Sumar».

Més quería romper

Esto es, el partido recula de sus posiciones iniciales, que pasaban por romper con Sumar y marcharse al Grupo Mixto. Dentro de la alianza –donde conviven Més, Iniciativa y los Verdes-EQUO– hay un ala más dura que, además, siempre reclama a Sumar más contundencia en su control al PSOE. Este sentir lo lidera la diputada Águeda Micó, cercana al diputado valenciano en las Cortes, Joan Baldoví y que apostaba por marchar al Grupo Mixto. Mientras, desde Iniciativa, se intentaba rebajar la tensión y atraer a Més. Esto es, el diputado Alberto Ibáñez, que quería continuar con Sumar. Desde su entorno aseguraban a este periódico que confiaban en revertir la crisis.

Así, el partido peligraba hasta el último minuto. Y aunque se ha «salvado», la realidad es que uno de los socios de Díaz ha querido descolgarse definitivamente y ha asestado un nuevo golpe a la línea de flotación del proyecto de la vicepresidenta, que nacía para generar consensos entre diferentes. Además, de fondo subyace la crítica que IU ya le hizo a Sumar en su día: la necesidad de dar más poder al resto de partidos y minimizar el de Díaz. La jugada de Compromís, con su amenaza de salirse de Sumar, es, de facto, una declaración de intenciones. Díaz tendrá que ceder más poder a Compromís, que a día de hoy disfruta de una portavocía adjunta. A Sumar le interesa negociar porque no puede perder ningún diputado más. La formación valenciana tiene dos diputados y de perderlos, serían siete ya los que Sumar ha perdido por el camino desde las elecciones generales del 23J, al sumar los cinco de Podemos. Esto pone en riesgo la exigua mayoría de Pedro Sánchez, por lo que la situación es crítica para Díaz.

Compromís, en un comunicado, tras la reunión de su Ejecutiva, asegura que pedirá establecer un nuevo marco de relaciones que garantice «plena autonomía de los partidos miembros y las relaciones horizontales». El partido endurece sus condiciones para continuar en la coalición. Exige a los de Díaz «poder desplegar todos los instrumentos legislativos y de control al gobierno» así como mantener una relación «bilateral y directa» con el Ejecutivo. Avisa a Sumar de que será necesario un «cambio en el funcionamiento del grupo plurinacional» e informa de que trasladará en los próximos días sus bases y condiciones para mantener esta nueva relación.

Esta vez nadie se atrevía a vaticinar el resultado de la negociación que se prolongó hasta la noche. Y no es para menos. En el grupo parlamentario todos saben que Compromís nunca va de farol y es por eso que en los últimos días, el partido de Díaz ha tomado consciencia de que realmente la formación podía hacer eclosionar al grupo. Con el objetivo de mantener prietas las filas, la dirección había ofrecido al partido regional más visibilidad, sobre todo en los asuntos nacionales que más tengan que ver con la Comunidad Valenciana y así reforzar al partido regional. Un «pago» que no es suficiente para Compromís.