Investigación

El "conseguidor" de la "trama Koldo", como Pujol Ferrusola: se queja al juez de que sus coches de lujo pierden valor por el bloqueo judicial

La defensa de Aldama asegura que la investigación al empresario se basa en "sospechas y suposiciones" vulnerando su derecho a la presunción de inocencia

El presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama, a la salida de la Audiencia Nacional.
El presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama, a la salida de la Audiencia Nacional.SERGIO PEREZAgencia EFE

La defensa de Víctor de Aldama, el supuesto "conseguidor" de la "trama Koldo", considera que la investigación sobre el empresario se sustenta sobre un "conjunto de sospechas y suposiciones" y se queja de que "no se está respetando su derecho a la presunción de inocencia", a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías. Para su letrado, Iván Sánchez Arbaizar, "no existe evidencia de los delitos investigados" ni de su intervención en los hechos que se le imputan.

Así lo defiende en el recurso que ha interpuesto su abogado contra la decisión del bloqueo judicial en un depósito de uno de sus Ferrari intervenidos en la "operación Delorme" el pasado 20 de febrero.

El instructor ordenó el decomiso de seis vehículos de Aldama, que se queja ahora -como hiciera en su día Jordi Pujol Ferrusola tras el bloqueo judicial de su colección de coches de lujo- de que "la situación de los vehículos en los depósitos no suele ser las mejores de conservación", algo que "afecta gravemente" a su valor, "depreciándolos e incluso, dependiendo del plazo transcurrido, perdiendo totalmente su valor, lo que no se ajustaría a la finalidad pretendida en la presente causa" (si en el futuro debe hacer frente al pago de posibles responsabilidades civiles con los bienes incautados.)

Su defensa sugiere que se le devuelva el Ferrari pues Aldama, "como depositario del mismo, garantizaría su conservación y valor, y no variaría su disponibilidad a la presente causa".

El recurso califica de "sospechas" de la Fiscalía que el supuesto "conseguidor" se haya beneficiado de las cuotas abonadas en concepto de renting por este vehículo. "Afirmar que podría obtener un lucro ilícito o indebido de dicho vehículo -recalca- parece aventurado y fundado, más en sospechas o temores, que en auténticos elementos valorativos para adoptar una decisión como esta".

El abogado de Aldama se pregunta para qué es necesario haber trasladado a un depósito el coche dado que la medida de bloqueo "es suficiente para evitar cualquier cambio de titularidad".

Dos Ferrari, un Porsche y un Audi A8

Los agentes intervinieron a Aldama en una nave de San Agustín de Guadalix (Madrid) un Ferrari Portofino, un Ferrari F12, un Land Rover y un Porsche Macan GTS, y en un taller y un concesionario, un Volkswagen Golf y un Audi A8, acordando el juez la prohibición de vender cinco de ellos, entre los que no estaba incluido en un principio el Ferrari Portofino, dado que era propiedad de Soluciones de Renting y Movilidad y el supuesto "conseguidor" de la "trama" lo disfrutaba en régimen de renting a través de una de sus empresas, MTM 180 Capital.

Pero, posteriormente, el juez Moreno bloqueó también cualquier transmisión patrimonial de ese Ferrari y ordenó su traslado a un depósito.

La defensa de Aldama sostiene que el vehículo se incautó "sin que ni un solo auto hiciera mención del mismo", lo que debería acarrear la nulidad de ese decomiso, al haberle generado indefensión.

El letrado se queja además de que el titular del vehículo, Soluciones de Renting y Movilidad, "quien podría tener derecho a recuperarlo por impago no podrá hacerlo en base a una resolución" de la que "no se le ha dado traslado alguno", a fin de que pudiera presentar alegaciones.

Según la Fiscalía, las ganancias obtenidas gracias a las adjudicaciones investigadas pudieron emplearse "en el pago de los plazos fijados en el contrato de renting y resto de cantidades que se encuentran estipuladas en el mismo".

"En perfecto estado de conservación"

Pero para la defensa de Aldama, la decisión judicial no solo vulnera sus derechos, al ser "arrendatario y legítimo poseedor de dicho vehículo", sino también los del propietario, "que no ha sido informado, ni se han ponderado sus derechos, a la hora de acordar las medidas aquí recurridas". Y señala que "la venta de un vehículo arrendado, no es posible sin la autorización del propietario".

En el recurso, su defensa deja constancia del kilometraje de los dos Ferrari en el momento de su decomiso y avisa de que se grabaron vídeos de los mismos, "acreditando que se encontraban en perfecto estado de conservación tanto en carrocería, lunas, faros y luz trasera, llantas, neumáticos, parachoques, retrovisores, techo, etc". Unos detalles que traslada a la Audiencia Nacional "a modo meramente informativo".

"Antes de cualquier otra cosa, se debería investigar si estos vehículos proceden de los hechos investigados o no", asegura. Porque, subraya, la pérdida de valor que experimente por su previsible deterioro "puede ser irreversible e irrecuperable" para Aldama.