Cargando...

Análisis

Los cuatro dilemas a los que se enfrenta Sánchez tras la ruptura de Junts

Tras este nuevo revés del independentismo, el presidente del Gobierno afronta ahora una encrucijada marcada por cuatro posibles escenarios

La ruptura de lazos de Junts con el Gobierno pasará factura. Al menos así lo auguran los independentistas, quienes son conscientes de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez necesita sus siete votos para poder sacar adelante cualquier iniciativa en el Congreso de los Diputados.

Puede que precisamente sea por ello por lo que el Consejo de Ministros no cesa en su afán por intentar agradar a los de Carles Puigdemont, que incluso una vez anunciada la ruptura por su parte, los titulares del Gobierno siguen insistiendo en que "tenderán la mano" a Junts para sacar adelante los acuerdos de investidura.

Pero la crisis gubernamental va más allá, y lo cierto es que tras este nuevo revés del independentismo, que tiene en su mano la llave de la gobernabilidad en España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afronta ahora una encrucijada en la que se plantea, principalmente, cuatro dilemas.

Los cuatro dilemas que afronta Pedro Sánchez

Mientras que el Gobierno se empeña en seguir "tendiendo la mano" a Junts y en llevar a cabo la "política de diálogo" que ha imperado durante la actual Legislatura, los independentistas recorren la prensa española para azuzar al Gobierno y presionarle cada vez más bajo el mantra de que la ruptura es "irreversible" porque "cuando se rompe, se rompe", tal y como ha aseverado la mano derecha de Puigdemont en Madrid, Miriam Nogueras.

Por ello el jefe del Ejecutivo afronta uno de los momentos más complicados de la Legislatura, y el escenario sobre el que actúa plantea, principalmente, cuatro dilemas. El primero de ellos parece el más evidente, y contra todo pronóstico el preferido por el Gobierno: resistir y agotar la Legislatura sin mayoría parlamentaria y, por ende, sin Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2026.

Todo ello pese a que desde el Consejo de Ministros insisten en que "presentarán unas cuentas públicas para el próximo año", aunque Sánchez y Díaz ya argumenten que, de no aprobarse, los actuales -prorrogados desde 2023-, ya cumplen con los objetivos sociales del Gobierno.

Otro dilema que afronta el presidente del Gobierno también está relacionado con los PGE, pues otra posibilidad para permanecer en el Gobierno sin el apoyo de Junts sería proponer unas cuentas públicas con las que hacer campaña social y, de esta manera, que las formaciones políticas se viesen obligadas a aprobarlas en las Cortes.

Pero dados los antecedentes no sería de extrañar que entre los planes de Moncloa esté ofrecer una mayor batería de pactos a Junts para seguir adelante con ese acuerdo al que el PSOE llegó con los independentistas.

Prueba de ello es que el propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se reunió ayer, en plena crisis con los de Puigdemont, con la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, en la que entre otros asuntos trataron el uso del catalán, el euskera y el gallego en el Parlamento Europeo. Algo que formaría parte de una estrategia del Ejecutivo, pues de lograr este hito en Europa, Junts se quedaría sin argumentario con el que sostener su abrupta ruptura con el Ejecutivo.

De no ocurrir nada de lo anterior, el cuarto dilema al que Sánchez se estaría afrontando ahora mismo sería una hipotética disolución de las Cortes y un posible adelanto electoral, como ya hizo en 2023 tras e batacazo del PSOE en las elecciones autonómicas. Algo que, de nuevo y ante la imprevisibilidad de Sánchez, formaría parte de una estrategia perfectamente calculada desde Moncloa para conseguir revalidar su cargo como segunda autoridad del Estado.