Terrorismo

Al Qaeda considera que los ataque de "lobo solitario" hacen poco ruido y propugna la actuación de células

Los atentados multifacéticos sacuden a la opinión pública internacional, dicen los yihadistas

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Para los yihadistas, las muertes de los infieles son siempre insuficientes. En un análisis publicado por Al Qaeda, a través de la Fundación Al Malahem, se llega a la conclusión de que si el atentado del pasado 3 de octubre en Manchester, en que uno de sus terroristas atacó con un automóvil a un grupo de judíos cerca de una sinagoga podría haber sido mucho más mortífero de haber sido perpetrado por una célula organizada y habría tenido una gran repercusión internacional, al estilo de otras acciones criminales cometidas por la banda.

“El ataque del heroico muyahid Jihad ash Shâmî podría haberlo hecho más mortífero” de haber sido cometido por una célula organizada con la utilización de armas automáticas. No obstante, destacan que el asesino fuera una persona que no estaba fichada por las Fuerzas de Seguridad; que utilizó “métodos sencillos” como un automóvil utilitario y un cuchillo; y que engañara a los agentes con un cinturón explosivo falso, así como que escogiera la fiesta judía del Yom Kipur. “Lo que siempre ha caracterizado las operaciones de los muyahidines en Occidente es la simplicidad de sus métodos y el uso de las herramientas disponibles. Utilizó un coche pequeño y un cuchillo. Promover esa simplicidad en las operaciones yihadistas es uno de los principales objetivos de nuestro proyecto”.

No obstante, señalan que “a pesar de las muchas ventajas de un ataque solitario, como la reducción del riesgo de detección y la incapacidad del enemigo para anticiparlo y contrarrestarlo”, la actuación de una célula, por sus efectos más letales. " Habría amplificado el impacto de la operación en todos los niveles y cerrado las puertas de la desinformación a los gobiernos y a los medios hostiles”. “Un ataque multifacético habría representado un desafío logístico y de seguridad considerable para las fuerzas policiales, y habría requerido la intervención de unidades militares especializadas, ampliando así la duración de las operaciones de control y contención”.

Además, habría “sacudido la sensación de seguridad a nivel nacional e internacional, conduciendo potencialmente a cambios radicales en las políticas de apoyo a la entidad sionista y en la seguridad comunitaria”, concluyen.