Cataluña

Duran seguirá como número dos de CiU pese a la brecha con Mas

Artur Mas, ayer, durante la reunión del comité ejecutivo de Convergència, acompañado de Lluís Coromines
Artur Mas, ayer, durante la reunión del comité ejecutivo de Convergència, acompañado de Lluís Coromineslarazon

Destacados dirigentes de Unió Democràtica plantearon hace dos semanas que Josep Antoni Duran Lleida debía dejar la secretaría general de CiU después de las críticas que Convergència vertió contra el líder socialcristiano por «generar dudas» en torno al proceso soberanista. Duran mantuvo poco después una conversación con Artur Mas que hizo presagiar que la sangre no llegaría al río, puesto que el líder de Convergència ordenó a los suyos poner fin a las polémicas con Unió. Y, efectivamente, la brecha en CiU no acabará en cisma porque Unió decidió ayer por unanimidad que Duran siga como número dos de CiU.

«El abandono de la secretaría general por parte de Duran abriría un proceso de inestabilidad de la federación, que rotundamente no deseamos. No sería bueno para Unió, ni para CiU ni para lo que la federación representa», argumentó el presidente del consejo nacional de Unió y conseller de Interior, Ramon Espadaler, tras la reunión de su comité de gobierno del partido socialcristiano.

La buena relación entre Mas y Duran ha impedido que los puentes entre Unió y Convergència volaran por los aires, aunque lo cierto es que las discrepancias persisten, ya que el proceso soberanista ha hecho que las relaciones entre los socios sean cada vez más tensas. Unió no concede la misma urgencia que Convergència a la consulta y en repetidas ocasiones se ha mostrado partidaria de posponerla más allá de 2014 si así lo aconsejan las circunstancias económicas y políticas. Convergència, en cambio, no quiere perder el paso de ERC y su mensaje más recurrente es que el proceso soberanista en Cataluña «no tiene marcha atrás».

En todo caso, los socios nacionalistas se consuelan con el argumento de que, hasta ahora, no se han dividido en ninguna votación. «Además de la sintonía personal y de la lealtad mutua entre Mas y Duran, hay un proyecto político compartido en CiU. La federación dice sí de una manera nítida al derecho a decidir; a hacer la consulta en los términos que hemos acordado y con el acuerdo de estabilidad parlamentaria con ERC en el año 2014», afirmó Espadaler, tras subrayar que apuesta por el diálogo.