Política
El concejal de Ciudadanos que militó en cinco partidos
El caso de López Martín reaviva la preocupación sobre los cargos medios de los partidos emergentes.
Antonio López Martín, natural de Illescas (Toledo), donde es actualmente concejal, bate todos los récords de militancia en partidos políticos hasta llegar al actual, Ciudadanos, formación naranja de la que es coordinador regional.
López Martín fue la persona que consiguió que la Diputación de Toledo pasara el 25 de junio del 2015 de manos del Partido Popular (Arturo García-Tizón) al socialista Alvaro Gutiérrez Prieto, pese a haber mantenido durante toda la campaña electoral que apoyaría la lista más votada. Cuando en Ciudadanos le inquirieron por esa toma de postura respondió que aunque el PP gobierna más ayuntamientos, el PSOE lo hace en las localidades más importantes de la provincia toledana. A tenor de lo manifestado en su día por García-Tizón, su voto a favor del PSOE se debió a que le había pedido durante su etapa como presidente de la Diputación un puesto de trabajo para su hija en la corporación provincial y el pedido no fue satisfecho. López Martín conoce bien la Diputación de su provincia porque durante bastantes años fue el chófer de su entonces presidente, el socialista Adolfo González Revenga, que era, asimismo, el secretario general del PSOE en Toledo. También llevaba los cafés al despacho de Jesús Fernández Vaquero, actual presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha cuando era delegado de Educación en ese territorio. A López Martín siempre se le consideró un protegido del PSOE en ese territorio, especialmente durante la larga etapa de José Bono al frente del socialismo castellanomanchego.
No debió cumplir sus expectativas económicas y políticas con el Partido Socialista tras la marcha de Bono –por el que se presentó a concejal en Illescas en 1999–, porque cuatro años más tarde, en 2003, optó por Izquierda Unida bajo el eslogan «Tu gente. Tú voto». Tampoco debió quedar satisfecho porque en el año 2007 optó por el partido Unión de Ciudadanos Independientes de Toledo (UCIT) y cuatro años después (2011) se presentó con otra formación titulada Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN).
Tendría que llegar Ciudadanos para que se presentara a alcalde de su municipio (2015) por el partido de Albert Rivera, resultando elegido concejal y al mismo tiempo, diputado provincial, el único que tiene la formación naranja en la Diputación de Toledo. Ya antes había conseguido el puesto de coordinador regional de C’s, es decir, el jefe en toda Castilla-La Mancha.
Militó inicialmente en el sindicato socialista UGT, pasó luego al comunista CC OO, para acabar en uno de corte ácrata cuyas siglas corresponden al STAS (Sindicato de trabajadores de Administración y Servicios).
Además, López Martín consiguió con el apoyo y la aquiescencia necesaria del PSOE y Podemos cambiar, a tan sólo unos días de constituirse la corporación provincial, el régimen retributivo de los grupos políticos con presencia en la Diputación. Se pasó de pagar 900 euros a 8.000 euros mensuales para cada grupo (en el caso de Podemos y Ciudadanos sólo cuentan con un solo diputado provincial), así como una liberación de 68.000 euros anuales. Con todo ello, el grupo de Ciudadanos (es decir, López Martín) percibiría con destino a su grupo un total de 16.000 euros cada mes. ¿Qué hace este diputado y el de Podemos con tan fabulosa cantidad de dinero público? Es un arcano. Medios políticos de la oposición castellanomanchega apuntan también a que José Bono hubiera sido clave para «dirigir» tanto a los representantes de Podemos como de López Martín hacia el voto favorable para Álvaro Gutiérrez Prieto. Pero no sólo.
¿Conocían los dirigentes nacionales de Ciudadanos, tipos de la honradez y coherencia política e intelectual de Rivera, Girauta, Alonso, Punset, la catadura de su líder y representante en Castilla-La Mancha? Seguramente no.
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