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El «efecto Echenique» no frena las críticas a Iglesias

El sector crítico reprueba al nuevo secretario de Organización pero asume que los estatutos blindan al líder y enfrían el adelanto del Vistalegre 3.

Foto: Alberto R.Roldán
Foto: Alberto R.Roldánlarazon

El sector crítico reprueba al nuevo secretario de Organización pero asume que los estatutos blindan al líder y enfrían el adelanto del Vistalegre 3.

La primera medida para sortear la crisis interna no ha sido suficiente para acallar las críticas dirigidas contra la dirección de Podemos. La cúpula sigue en entredicho y las reprobaciones pesan sobre la sede morada.

Con la decisión de apartar a Pablo Echenique de la Secretaría de Organización que éste dirigía desde hace tres años, se depuraban sobre él las responsabilidades sobre los malos resultados en las urnas del 26-M, a raíz de las críticas de varios dirigentes autonómicos por el nulo entendimiento entre Organización y las direcciones regionales. De paso, se trataba de silenciar el debate sobre la refundación de la formación, al mostrar Podemos la iniciativa de volver a sus inicios.

Pero lejos de cumplirse estas premisas, el sector crítico no ha quedado satisfecho y continúa pidiendo más pasos. Según ha podido saber este diario, el malestar interno no ha hecho más que acrecentarse puesto que «Echenique no ha sido apartado y continúa siendo parte de la cúpula». Estas mismas fuentes creen que la «descomposición de Podemos no se frena» con estos movimientos y recuerdan la responsabilidad del propio Iglesias en la situación.

La avalancha de críticas se dirigía ayer al sucesor de Echenique al frente de la Secretaría de Organización, el diputado canario Alberto Rodríguez. La dirección estatal propuso en la mañana de ayer su nombre y hoy será aprobado su nuevo cargo en Ejecutiva. Un nombramiento llamado a liderar el proceso de descentralización el partido, recuperar las relaciones con territorios «en rebeldía» como Cantabria y La Rioja, entre otros. Testar también si el estado de ruptura con Compromís y En Marea es irreversible, o volver a aunar candidaturas divididas a nivel municipal y con Izquierda Unida, entre otras medidas urgentes, son ahora sus principales retos. Sin embargo, esta recolocación en la Secretaría con mayor poder dentro de Podemos era vista por parte de las corrientes críticas como una forma de «reforzar» a otros dirigentes como Rafael Mayoral o Irene Montero dentro del partido. «Más juventudes comunistas», censuraban.

Unos extremos que se pondrán sobre la mesa en la próxima reunión del Consejo Ciudadano Estatal (CCE), en la que se tratará de forzar el debate al menos de un Vistalegre 3, como ya adelantó este diario. Un hecho que públicamente ya ha pedido el ex dirigente morado madrileño, Ramón Espinar, a pesar, de que algunas fuentes enfríen la posibilidad de que finalmente se pueda llevar a cabo su adelanto debido a la nula «base crítica» dentro de la lista del CCE de Pablo Iglesias y a los estatutos «blindados» confeccionados por la actual dirección en el último Vistalegre 2 en el año 2017.

El reglamento del partido dota de herramientas orgánicas tanto a la dirección como a los inscritos para tomar la decisión de celebrar una nueva Asamblea Ciudadana Ordinaria, que podría ser convocada por: 1) la Secretaría General o el Consejo de Coordinación, 2) una mayoría de tres quintas partes del Consejo Ciudadano, 3) un 25% de las personas afiliadas a Podemos o 4) por un 30 por ciento de los círculos activos con derechos de participación según los reglamentos. Sin embargo, las fuentes consultadas descartan en el escenario actual estas cuatro opciones. «La lista de Pablo en el Consejo hace impensable que se convoque dicho órgano, las 125.000 firmas de los inscritos son impensables, ¿quién los movería? o ¿alguien sabe cuál es el número de círculos de Podemos?», reflexionan.

La idea de la dirección estatal a día de hoy es resistir al frente de los mandos de poder. Por lo menos hasta 2021, que es cuando obligatoriamente, por estatutos, debe celebrarse la Asamblea. Hasta ahora se hace autoctrítica interna y en la próxima reunión del sábado se escuchará a los barones autonómicos y cargos con peso dentro del partido para hacer una reflexión conjunta sobre la sangría de votos. Pero no hay planteamiento de adelantar los tiempos para la refundación del partido.