El español Setmarian entrena a los yihadistas que atentarán en Europa

En sus manuales recomienda ataques en «edificios llenos de gente». Al Andalus, como llaman a España, es objetivo prioritario.

Mustafá Setmarian, responsable del «aparato militar» del Daesh, el Estado Islámico, se dedica, sobre todo, a dirigir los campos de entrenamiento en los que son seleccionados los yihadistas que van a ir destinados a la «katibas» (unidades de combate) que luchan en Siria e Irak; o a cometer atentados en el extranjero, en especial en los países occidentales, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

Como ha escrito en sus manuales y libros «la teoría del terrorismo se basa en la disuasión del enemigo con miedo, como Dios el Todopoderoso dijo: contra ellos preparar su fuerza hasta el límite de su poder, incluyendo corceles de la guerra, para sembrar el terror en los corazones de los enemigos de Alá».

La utilización de la religión musulmana, en su interpretación más rigorista (la sharia), es propio de los cabecillas yihadistas que tratan de transmitir a los combatientes que están en una guerra de religión contra los «cruzados» (cristianos). «El tipo de ataque que repele a los estados y derriba gobiernos es la masacre en masa de la población. Esto se hace para infligir el mayor número de pérdidas humanas y es muy fácil, ya que hay objetivos como estadios deportivos abarrotados, eventos sociales anuales, grandes exposiciones internacionales, plazas abarrotadas, rascacielos , edificios llenos de gente», subraya.

Los entrenamientos incluyen cursos sobre la utilización de armas cortas y largas, así como la confección de artefactos explosivos. Setmarian da gran importancia a la formación «política y moral» de los combatientes, con el fin de extraer de entre ellos a los sepan conjugar su fanatismo con una cierta inteligencia para operar en «territorio enemigo».

A estos últimos es a los que dedica especial atención dado que el Daesh, que está perdiendo territorio que había conquistado en Siria e Irak, pretende cometer atentados de gran eco mediático en países occidentales, con el fin de tratar de demostrar que por mucho que se les ataque en su territorio no se va a lograr acabar con la banda yihadista. Además, ahora cuentan con zonas relativamente «seguras» en Libia, país en el que, al menos de momento, no se producen los ataques aéreos de la coalición internacional.

El hecho de que Setmarian haya vivido en España, hable nuestro idioma, conozca nuestras costumbres y esté casado con una española, no supone un peligro adicional, ya que el jefe del «aparato militar» debe ocuparse de todos los frentes en los que opera el Estado Islámico. Sin embargo, según las citadas fuentes, es un factor que debe tenerse en cuenta ya que Al Andalus (como denominan los yihadistas a España) es un objetivo prioritario de atentados.

De las enseñanzas que Setmarian da a sus alumnos son prueba los manuales escritos por este individuo en los que marcaba los objetivos para las células enviadas a occidente para perpetrar acciones criminales.

Entre ellos, destacaba las «figuras políticas principales que lideran la campaña contra los musulmanes, como jefes de Estado, ministros y líderes militares y de seguridad».

Agregaba, por su importancia, centros estratégicos de la economía, como la Bolsa de valores; el petróleo y sus instalaciones; aeropuertos; puertos; sistemas de ferrocarril , puentes y carreteras; túneles; sistemas de metro; enclaves turísticos ...» en general, recursos y fuentes para la economía.

En tercer lugar, citaba las «bases y cuarteles militares, donde se concentran los ejércitos, en especial las bases militares estadounidenses en Europa». En España, los yihadistas se han fijado en las de Morón y Rota, ya que están convencidos de que sirven de retaguardia logística de los ataques que sufren en su territorio.

En cuarto lugar, Setmarian señalaba a las «personalidades de los medios y los centros de los medios de comunicación que están llevando a la guerra contra los musulmanes y justifican los ataques contra ellos».

No se olvidaba, a continuación, de los grandes centros de informática y la computación centralizada de las distintas instituciones. Si lograramos esto, paralizaríamos completamente a ese Estado».

La lista, si se examina con detenimiento, demuestra que las teorías de Setmarian, escritas hace ya algunos años, se han ido cumpliendo, punto por punto.