El desafío independentista
Primer aviso del Gobierno a Colau
La llegada de Llanos de Luna a la Delegación del Gobierno en Cataluña a finales de 2011 coincidió con el auge del independentismo institucional. No sólo desde la Generalitat sino también desde centenares de ayuntamientos catalanes. Esta situación se tradujo en una suerte de guerra de banderas que llevó a muchos alcaldes a colocar banderas independentistas en cualquier palmo de terreno vacío, como las rotondas. La situación fue a más y pronto esas insignias comenzaron a desplazar e incluso a sustituir a la propia bandera española en los ayuntamientos. La delegación del Gobierno comenzó entonces una ardua campaña, no sin cierta dificultad, para revertir esta situación. La escena vivida la semana pasada en Barcelona, con la decisión del Ayuntamiento de retirar el busto del Rey emérito, recordó a la guerra de banderas y la respuesta de la Delegación del Gobierno ha sido exactamente la misma. Llanos de Luna envió ayer un requerimiento a la alcaldesa de Barcelona en la que se reclama que coloque el busto del jefe de Estado actual en el lugar que ocupaba la efigie de Juan Carlos I.
La delegada del Gobierno en Cataluña pide a la alcaldesa, Ada Colau, que ponga la estatua del monarca «en un lugar preferente de la sala de sesiones». En este requerimiento, Llanos de Luna explica que tuvo constancia de que el pasado jueves «su consistorio procedió a la retirada de la efigie del anterior monarca sin que se haya sustituido por una efigie o retrato del nuevo monarca».
La carta enviada por la delegación del Gobierno añade que «esta negativa a colocar la efigie o retrato de Su Majestad el Rey en un lugar preferente del salón de plenos del Ayuntamiento supone un incumplimiento de la obligación del artículo 85.2 del Real Decreto 2568/1986 por el que se aprueba el reglamento de organización, funcionamiento y régimen jurídico de las entidades locales».
El gobierno de Ada Colau decidió retirar el busto del Salón de la Reina Regente, en el que transcurren los plenos municipales, para «resolver una situación anómala», ya que el Rey Juan Carlos «no es jefe del Estado desde junio de 2014» y además, por el sobredimensionamiento de la simbología monárquica en el consistorio.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya dio un toque de atención al consistorio porque «cumple la ley» y restituyera el busto del jefe de Estado en la sala de plenos, ahora con la efigie de Felipe VI .
La polémica marcó el comienzo del pleno del viernes pasado, cuando los tres concejales del PP, Alberto Fernández, Àngels Esteller y Javier Mulleras, colocaron en el pedestal donde estaba Juan Carlos I una fotografía del actual monarca. El Ayuntamiento quiere realizar una ronda de contactos con todos los grupos municipales para decidir cómo se aplicará la normativa sobre los símbolos de la monarquía.
En el escrito enviado por la Delegación del Gobierno a la alcaldesa, Llanos de Luna requiere a Colau que le «certifique documental y gráficamente» en el plazo de un mes que el «Ayuntamiento ha adoptado las medidas necesarias para dar cumplimiento» al Real Decreto de Organización y Funcionamiento de las Entidades Locales.
Como nota curiosa, la corporación de Calzadilla de los Barros (Badajoz) aprobó ayer pedir, en calidad de depositario, el busto de Juan Carlos I retirado del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona.
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