El «aquelarre» etarra
El juez autoriza el “día del inútil” pese a un informe en contra de la Fiscalía
El magistrado se inhibe en favor de los juzgados de Pamplona para determinar si se han producido otro tipo de delitos en Echarri Aranaz
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata decidió no prohibir el acto convocado en la localidad navarra de Echarri Aranaz en el que se atacaba a la Guardia Civil
El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata decidió ayer no prohibir el acto convocado en la localidad navarra de Echarri Aranaz en el que, entre otras instituciones, se atacaba a la Guardia Civil al calificar la jornada como «día del inútil». La Fiscalía había pedido que se prohibieran dichos actos, pero su propuesta no prosperó.
El magistrado se inhibe en favor de los juzgados de Pamplona y subraya que «sin minusvalorar en absoluto la gravedad de estas actividades, no puede considerarse que estas conductas, desarrolladas en la forma indicada (desfiles y mofas hacia los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como a las principales instituciones del Estado), puedan subsumirse en tan grave tipo penal» (terrorismo) ya que esa calificación jurídica «debe reservarse para las violaciones más graves de los valores universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y el disfrute de los derechos humanos y de las libertades fundamentales». Sin embargo, precisa que no se puede «perder de vista el impacto que producen y el rechazo frontal y enérgico que generan en la inmensa mayoría de la ciudadanía». De la Mata sí considera que podrían encuadrarse en los delitos de odio «en cuanto afectan a un colectivo perfectamente perimetrado en el que se integran los guardias civiles destinados en ese territorio y sus familiares, respecto de quienes se pretenden generar sentimientos de odio, hostilidad y resentimiento para lograr expulsarlos o, cuanto menos, aislarlos socialmente».
Fiscalía: delito de odio
La Fiscalía había presentado un contundente informe, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, en el que subrayaba que se podían dar los supuestos de delito de provocación al odio y otros relacionados con el terrorismo.
«Se estima que la finalidad del acto no es otra que acosar y generar un ambiente de presión y hostilidad sobre un determinado colectivo, como son los miembros de la Guardia Civil, generando un clima de terror entre los miembros allí destinados hasta conseguir su aislamiento social, cuya finalidad última es conseguir la expulsión de Navarra y el País Vasco de la Guardia Civil, al considerar a dicho Cuerpo de Seguridad como una ''fuerza de ocupación del Estado Español''», dice el informe.
Objetivo de ETA
«Se trata –recuerda– de una reivindicación que históricamente ha llevado a cabo la organización terrorista ETA y que en la actualidad se sigue llevando a cabo por cierto sector de la izquierda abertzale y en territorios gobernados por entidades políticas como EH Bildu (como en el presente caso)».
Subraya el informe que «se hace importante mencionar la persecución que, durante más de cinco décadas, ha sufrido dicho colectivo por parte de la organización terrorista ETA, resultando asesinados más de doscientos guardias civiles, así como el ser una vieja reivindicación de dicha organización terrorista, la expulsión de dicha Comunidad Autónoma de dicho Cuerpo de Seguridad del Estado». «La Guardia Civil ha sido tradicionalmente un objetivo permanente de ETA, justificando la banda terrorista los atentados sobre la misma, como así se ha ido recogiendo en multitud de documentos de la organización de la banda terrorista», añade.
«Una fuerza de ocupación»
Y citaba, entre otros, los siguientes: «Como parte de la Administración General del Estado, la Guardia Civil se constituye en uno de los principales representantes del Estado “opresor” español en el País Vasco, culpable del alargamiento del “conflicto”. La Guardia Civil es una fuerza de ocupación».
La Fiscalía recuerda que este argumento ha sido reiteradamente utilizado, especialmente con ocasión de las reivindicaciones de sus atentados contra Cuarteles de la Guardia Civil.
«Por otra parte, la deslegitimación de la Guardia Civil en el País Vasco y Navarra, favoreciendo así la asimilación “natural” de los atentados por parte de la sociedad de estos territorios, ha venido también fomentada por las continuas acusaciones vertidas tradicionalmente contra los miembros del Cuerpo en el marco de la campaña sistemática de denuncias falsas de torturas supuestamente ejercidas por los miembros de las FCSE, si cabe con un mayor énfasis sobre la Guardia Civil, sobre los militantes de la banda terrorista ETA».
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