Israel
El movimiento BDS, afín a Podemos, al banquillo por su boicot al cantante judío Matisyahu
El juzgado deI Instrucción de Valencia admite a trámite la querella por intentar que el artista no cantara en el festival de Benicassim
El juzgado deI Instrucción de Valencia admite a trámite la querella por intentar que el artista no cantara en el festival de Benicassim
El boicot que el cantante americano Matisyahu sufrió en Benicassim en 2015 por el mero hecho de ser judío en elfestival de música Rototom va a tener consecuencias. Según explican fuentes de la Comunidad judía de Madrid, el juzgado de Instrucción nº19 de Valencia ha admitido a trámite la querella presentada contra los organizadores del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel), que en verano de 2015 intentaron impedir su actuación en el festival de música Rototom. Al fracasar en su intento, los responsables del movimiento movilizaron una campaña de acoso al artista en las redes sociales, en las que se insultaba y denigraba a Matisyahu. No bastó con haber conseguido que, en un primer momento, la organización cediera y pidiera al cantante que denunciara públicamente a Israel, cuando a ningún otro artista se le exigió lo mismo. Dada la presión de los medios y partidos políticos, la organización rectificó invitando de nuevo a Matisyahu al festival. De todas las fuerzas políticas, sólo Podemos, Izquierda Unida y Compromís respaldaron la postura de veto al cantante, además el partido de Iglesias simpatiza con el movimiento BDS. Es más, el entonces dirigente de la formación, Juan Carlos Monedero, fue testigo de cómo en el concierto se lanzaban botellas al americano desde el público, con una actitud no precisamente crítica.
Fueron los abogados del “Comité Legal para la Lucha contra la Discriminación” quienes denunciaron a los líderes del movimiento anti israelí siendo su querella admitida a trámite. Entre ellos:Jorge Ramos Tolosa, Blanca Casterà Molada, Carlos Marcos Pita, Irene Esteban Molina, Inmaculada Milán Giner, Bernat Sorinas Giménez, Jorge Sánchez Jiménez y Pau Fabregat Bernal.
Según declaraciones del Presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell, "con este deplorable episodio el BDS se quitó la careta: su objetivo no es una solución de dos estados. Ni el bienestar de los palestinos. El objetivo real es denegar al pueblo judío, y sólo a éste, el derecho a vivir en paz y seguridad en su propia vibrante democracia. Los activistas de ese movimiento, como todos los antisemitas, prefieren condenar a los judíos al papel de víctimas indefensas. Y si la destrucción de Israel es el objetivo, la criminalización de las personas que lo apoyan es el medio, excluyéndolas de la vida ciudadana, política y económica en cada uno de su países, hasta la expulsión... a ninguna parte, pues el movimiento BDS tampoco reconoce el derecho del Estado Judío a existir”.
“Los militantes del BDS”, sigue Hatchwell, “están acostumbrados a que sus fines racistas y la violencia de sus métodos queden impunes. A que no haya consecuencias para acciones que, ejercidas contra cualquier otra minoría étnica o religiosa, resultarían escandalosas y punibles. Es un signo de madurez democrática que la sociedad civil recurra al estado de derecho para protegerse de matonismo y cobardes abusos que cruzan de la virtualidad de las redes sociales al mundo real”.
Una discriminación que podría costarles a los imputados penas de cárcel de hasta cuatro años, y que llevó al propio cantante a escribir la canción “Esquivando balas”, en la que equipara metafóricamente el episodio que le tocó vivir.
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