Gobierno de España

El PP cree que el PSOE pondrá más exigencias para abstenerse

El alcance de la división interna llevaría al nuevo equipo a tener que justificar esta opción

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y Sánchez en una imagen de archivo
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y Sánchez en una imagen de archivolarazon

El alcance de la división interna llevaría al nuevo equipo a tener que justificar esta opción

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, analizará esta mañana con el Comité de Dirección del PP la situación política después de que el liderazgo del PSOE saltase este fin de semana por los aires y Pedro Sánchez fuese sustituido por una gestora. «Son ellos los que tienen que aclararse y decir si quieren unas terceras elecciones o no», comentaba ayer uno de los asistentes a la reunión que hoy se celebrará en Génova. El PP no se atreve a hacer predicciones. Entienden que la situación interna del PSOE no permite pensar que este partido vaya a someterse al examen de unas terceras elecciones, pero las heridas que deja en el PSOE el pulso de Sánchez en favor del «no es no» hacen que desde la cúpula popular también asuman que en Ferraz «no lo tienen fácil» para rectificar «el bloqueo que les ha hecho estallar».

De tener que apostar, son algunos más los que creen que habrá Gobierno «porque el PSOE no está en condiciones de ir a elecciones». «Es muy difícil anticipar cómo se gestionarán las semanas que quedan». Rajoy volverá a hacer gestos que confirmen su disposición a negociar un acuerdo que facilite una investidura y la gobernabilidad. Pero el alcance de esos gestos dependerá de la reciprocidad que perciba en la nueva dirección socialista.

En Génova se malician que el alcance de la tensión y de la división interna en el principal partido de la oposición lleva a que de abrirse «in extremis» la puerta a la abstención, el nuevo equipo del PSOE intentaría justificarla tensando las exigencias. Y ante ese supuesto escenario, porque hasta ahora nadie del PSOE ha abogado claramente por buscar una salida que no lleve a unos nuevos comicios, desde Moncloa advierten de que Rajoy no puede aceptar ningún acuerdo que no incluya el apoyo del PSOE para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017. «Sabemos que no podemos pedir mucho más. Pero tampoco podemos pedir menos», sentencian en Moncloa. Esas cuentas son decisivas en clave doméstica, pero también para sortear la espada de Damocles que ha colocado sobre España la Comisión Europea, a la espera de conocer hasta dónde está dispuesto a llegar el nuevo Gobierno en el cumplimiento de la senda de déficit y de los objetivos de estabilidad. Son unos Presupuestos decisivos, pero difíciles por la falta de una mayoría parlamentaria sólida y porque tendrán que incluir algunas medidas impopulares.

Desde el entorno de Rajoy señalan que si el PSOE se aclara y quiere hablar, «habrá que hablar de lo importante, y dejar de seguir haciendo perder el tiempo a los españoles con debates absurdos como el de si hay que cambiar el liderazgo del partido que ha ganado por dos veces las elecciones generales y volvería a hacerlo, y con mejor resultado, si volviesen otra vez a celebrarse». Ahora bien, igual que plantean esto, en la dirección popular también son conscientes de que en este contexto, para poder avanzar hacia una investidura, el PSOE tendría que cobrarse alguna pieza importante, como la reforma laboral, señalan a modo de ejemplo, pero sin admitir formalmente que estén dispuestos a ceder del todo en ese ámbito.

Rajoy ya anunció antes del Comité Federal del sábado, en el que saltó el PSOE, que estaba dispuesto a volver a hablar con Sánchez, «o con cualquiera», para evitar unas nuevas elecciones. Y en esa posición se mantiene. «Si hay decisión de ir en serio, Rajoy se sentará con quien haga falta para buscar una salida que evite otras elecciones», explican las fuentes consultadas. Debajo de este discurso subyace la idea de que el PP cree que unas nuevas elecciones le vendrían bien porque puede ganar espacio y asegurarse un Gobierno de Rajoy más estable y «con más independencia para tomar decisiones». Pero también saben que no pueden dar la imagen ante la opinión pública de que ahora son ellos los que se encierran en el bloqueo porque eso los penalizaría electoralmente. De ahí que Rajoy mantendrá la mano tendida al nuevo equipo que se ha instalado en Ferraz. Con la vista ya puesta en el medio plazo, la voladura socialista anima a los estrategas populares a empezar a pensar en qué pasos tienen que dar para recuperar espacio. «La clave está en cómo se ordena el espacio entre el PP y Podemos. El PSOE y C’s están en horas bajas, pero nosotros no tenemos fácil acercarnos a la mayoría absoluta», concluyen.