Política

Medidas económicas

El PSOE exige ahora urgencia y pactos para salir de la crisis

Griñán clama frente al «fundamentalismo» de la economía y Rubalcaba ofrece ayuda al Gobierno

La Razón
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La situación es de emergencia nacional. De eso no hay duda. Pero frente a la confianza y la paciencia que pedía el sábado el presidente Rajoy para superar las previsiones económicas, el PSOE exigió ayer de forma coral una acción decidida. Rubalcaba demandó «urgencia» en las respuestas mientras José Antonio Griñán reclamó una mesa de diálogo con todos los grupos con el propósito de alcanzar cuatro grandes pactos nacionales: por el empleo, por la modernización de la economía, para consolidar la protección social y una estrategia contra la exclusión social y la pobreza. «Si Mariano Rajoy puede esperar, la mayoría de los españoles, no», afirmó.

Griñán, que participó en Madrid en un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa, consideró necesario dar esperanzas a los ciudadanos, después de 15 meses de una política económica que, en su opinión, ha dado unos resultados «nefastos». Y acto seguido reclamó «humildad» para reconocer que todos pueden aportar algo y advertir que si Rajoy no llama a todos los partidos «será una equivocación, pasará a ser el único responsable de la destrucción de cientos de miles de esperanzas y esa será su herencia».

«Hay que convocar a todos. Éste es un momento –prosiguió– en el que hay que jugársela. ¿Hasta qué número de parados hemos de llegar para entender que el diagnóstico de la crisis es equivocado?». El barón más influyente del socialismo, al que su amiga la ex ministra Rosa Conde presentó como un político «perfectamente socialdemócrata», defendió que en «ninguna rama del conocimiento anida tanto el fundamentalismo como en la economía» y arremetió contra la «cerrazón» y la «soberbia» del Gobierno, si bien sostuvo que España está todavía «a tiempo» de dar un «cambio de rumbo». Habló de desesperanza, malestar social, sufrimiento, desigualdad y denunció que la «fatiga de la crisis es el hartazgo y el enfado de escuchar que estamos mejorando, el mismo día que sobrepasamos con creces los seis millones de parados». Y más tarde advirtió que tan importante como volver al crecimiento económico es recuperar el crédito político e institucional, ya que el «lazo» entre representantes y representados está «muy debilitado», por lo que hay que volver a «anudarlo» para combatir un «riesgo de exclusión social y político de incalculables consecuencias para la estabilidad del país». «Es momento de sumar, de entendernos, de fortalecer las instituciones y restablecer el valor de la política», proclamó antes de reivindicar la Transición y la forma de salir de la crisis económica de principios de los 90, con una «triple invocación»: afrontar esta crisis desde la política y los compromisos colectivos, modernizar la economía y abordar una estrategia nacional de exclusión que dé respuesta a quienes no alcanzan las formas tradicionales de protección.

Griñán amplía el banquillo más allá de Madina, López y Chacón

Hay banquillo. Lo dijo el domingo en una entrevista con LA RAZÓN Emiliano García-Page, y ayer lo reiteró el presidente del PSOE, José Antonio Griñán. El entusiasmo de ambos por las primarias anunciadas desde la dirección para elegir secretario general es manifiestamente mejorable. Es un clamor entre los socialistas el cómo, cuándo, dónde y por qué Óscar López hizo semejante anuncio, sin previa consulta, la semana pasada. El barón más influyente del socialismo se negó a entrar en cuál debe ser la fecha para las elecciones internas que elegirán al candidato a la Presidencia del Gobierno porque dijo que lo importante es que el elegido «tenga capacidad suficiente para asumir el Gobierno de España». Lo que sí hizo fue ampliar el banquillo para liderar el partido más allá de Eduardo Madina , Patxi López o Carme Chacón. «Hay muchísimos más nombres. Por banquillo no nos podemos quejar», afirmó antes de estimar precipitado abordar en este momento el relevo de la dirección socialista, que sólo lleva un tercio de su mandato.