Gobierno de España

El Rey, sin agenda oficial hasta «nueva orden» política

Felipe VI seguirá la Ejecutiva del PP en una semana crucial para la investidura de Rajoy y planificará su «verano atípico» en función de las negociaciones de los partidos

Felipe VI, durante la recepción a la sociedad balear en el Palacio Real de la Almudaina
Felipe VI, durante la recepción a la sociedad balear en el Palacio Real de la Almudainalarazon

Felipe VI seguirá la Ejecutiva del PP en una semana crucial para la investidura de Rajoy y planificará su «verano atípico» en función de las negociaciones de los partidos

Segunda quincena de agosto y el periodo estival se convierte en una semana crucial para el devenir del país: este miércoles, el PP dará luz verde o no a las condiciones planteadas por Ciudadanos para pactar y abrir la posibilidad a que Mariano Rajoy se presente a la investidura tras ser propuesto por el Rey. «Ya vais a ir viendo cómo va la cosa», que dijo Don Felipe en el Palacio de Marivent de Palma de Mallorca a los periodistas ante la pregunta de si el presidente del Gobierno le había transmitido su intención de presentarse. El Monarca también se confesó: «Son unas vacaciones atípicas. Habrá que adaptarse». Como es habitual en la Familia Real durante los últimos años, después de la semana en Marivent los Reyes disponen de unos días privados sin agenda oficial, de los que Zarzuela nunca informa: ni su paradero ni sus fechas de llegada y salida.

Sin embargo, el Jefe del Estado ya anunció que sus pasos no andarán muy lejanos con este panorama político: «Es muy complicado planear», aseguró. Fuentes cercanas a Don Felipe comentan que «no hay que suponer nada», dada la inestabilidad. Podría ser que, finalmente, Rajoy se presentase a la investidura si consigue los apoyos, y ésta se produjese a finales de agosto, ya que a principios de septiembre el presidente del Gobierno en funciones tiene programado un viaje a China los días 4 y 5 de septiembre para asistir a la Cumbre del G-20. Así las cosas, la Familia Real, como dijo el Monarca, estará supeditada al calendario político, el mismo que le ha impedido asistir a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, como sí han podido hacer otras familias reales.

Don Felipe ha asumido tras las elecciones de junio la cuarta ronda de consultas desde el 20 de diciembre, y podría no ser la última en caso de que Mariano Rajoy finalmente no lograse ser investido presidente. Siguiendo las pautas de la Constitución, tendría que convocar nuevamente a los representantes parlamentarios para proponer a otro candidato, y así sucesivamente. En la última serie de contactos de julio, la mayoría compartió públicamente la misma idea: la «preocupación» del Rey por la coyuntura política y su interés por evitar la convocatoria de unas terceras elecciones. Desde la Corona son muy conscientes del desgaste que está sufriendo el país con esta situación, y lo contraproducente que sería sumir al país en otra campaña electoral. Hasta el mismo Don Juan Carlos, en el reciente encuentro con el presidente saliente de Perú, Ollanta Humala, le transmitió, en una conversación interceptada por las grabadoras, la intranquilidad de su hijo por la situación.

Como soplo de positivismo, desde la Casa del Rey sí se percibe cierta satisfacción en cuanto a que este periodo político, a su juicio, ha demostrado que el funcionamiento de las instituciones es el adecuado. Porque para Zarzuela lo más importante en este tiempo ha sido separar lo político de lo institucional para preservar la neutralidad del Monarca y su independencia respecto a cualquier político. Pero precisamente la Jefatura del Estado, la Institución más alta, ha visto cómo sus compromisos oficiales se han visto perjudicados por las campañas electorales, así como sus compromisos en el exterior. Y no solamente el Rey: Doña Letizia tiene pendiente la continuación de su agenda de cooperación en el exterior, que heredó de Doña Sofía y por la que está comprometida a realizar uno o dos viajes a una zona deprimida del mapa.

Don Juan Carlos sí tiene agenda

Si el Rey Emérito asistió el pasado domingo a la segunda corrida de la Semana Grande en San Sebastián, junto con su hija la Infanta Elena y los nietos, ayer aterrizó en la República Dominicana para asistir a la toma de posesión de Danilo Martín. A causa del relevo en la Corona, Don Juan Carlos es el «encargado» de representar a España en las tomas de posesión de los presidentes iberoamericanos electos, y últimamente tiene más agenda internacional que el Rey, «atado» a la situación política. El último viaje del padre de Don Felipe fue a Perú para asistir a la del presidente Pedro Pablo Kuczynski, y reunirse además con el saliente, Ollanta Humala.